Ghilad Shalit, el joven soldado israelí secuestrado en 2006
MUNDO

«Os suplico que no me abandonéis»

Shalit, el soldado hebreo capturado en 2006 por Hamas, hace un angustioso llamamiento a sus padres y al Gobierno

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HACE casi dos años -el 24 de junio de 2006- Guilad Shalit no se imaginaba de qué manera iba a cambiar su vida. El joven soldado israelí montaba guardia en el Cuerpo de Blindados de la base de Telem, situada en el triángulo fronterizo entre Gaza, Egipto e Israel, cuando un ataque perpetrado por Hamás acabó con su libertad. Se trataba de la primera incursión de los milicianos palestinos lanzada desde la Franja tras la retirada hebrea de ese territorio en 2005. Fue una acción por sorpresa. Veinticuatro meses después Shalit continúa cautivo y vivo a pesar de algunas especulaciones sobre que podría haber muerto. Y la prueba de que aún sobrevive llegó el domingo en forma de carta a sus padres. «Estoy mal de salud. Sueño con el día cuando regrese a casa. Espero volver pronto. Os suplico que no me abandonéis». La autenticidad de la misiva fue confirmada por la propia familia del soldado y el texto parece haber sido escrito hace poco tiempo, porque hace referencia a acontecimientos recientes. Su progenitor no quiso ofrecer detalles de su contenido, pero el periódico 'The Jerusalem Post' recogía en su versión digital algunas de las líneas de la carta que ocupa un folio y está escrita de puño y letra por Shalit.

Mediación de Carter

El envío del escrito fue posible gracias a la mediación ante el movimiento radical palestino del ex presidente de Estados Unidos Jimmy Carter y es el tercero que los milicianos dejan remitir al soldado israelí desde su secuestro. Carter se reunió el pasado abril con figuras importantes de Hamas y sacó varias promesas de su líder, Jaled Mashal. Entre ellas, la prueba de vida de Guilad Shalit. Precisamente, la carta fue remitida a la oficina del ex inquilino de la Casa Blanca, situada en la ciudad cisjordana de Ramala. Las reuniones de Carter con los jefes de Hamas causaron tanto revuelo como malestar en el Ejecutivo hebreo y en la Administración estadounidense, que catalogan al movimiento islamista como organización terrorista.

Una de las últimas señales de vida que se habían tenido de Shalit llegó el 25 de junio de 2007, cuando Hamás hizo público un mensaje del soldado que llamaba al Gobierno a hacer más esfuerzos para su liberación. Y es que el destino del militar está sobre la mesa de negociación de Israel. Olmert ha dejado claro que para un acuerdo previo con los milicianos integristas es imprescindible incluir, entre otras cosas, al soldado cautivo, que se intercambiaría por prisioneros palestinos.

Hamas, uno de los tres grupos que reivindicaron la responsabilidad del secuestro, ha dicho que no le devolverá a menos que las autoridades hebreas cumplan su demanda de liberar a casi 1.400 presos, incluyendo 350 condenados a cadena perpetua.