El Gobierno no cree que los tipos suban más
El Euríbor funciona como un indicador adelantado de los movimientos del Banco Central Europeo. Si el clima es de mantenimiento o de subidas, sube, que es lo que ha pasado en los últimos tiempos. Si lo que se prevé son recortes, el Euríbor se estanca o, incluso, baja. Hasta ahora, el órgano presidido por Jean-Claude Trichet -que, casualmente, realizó su último movimiento hace justo un año, para elevar el precio del dinero del 3,75% al 4%- ha permanecido impasible ante las bajadas realizadas por sus homólogos estadounidense y británico, que han recortado sus tipos para intentar frenar la crisis económica.
Actualizado: GuardarPero ahora el panorama ha cambiado: el BCE -que nunca ponía fecha a los movimientos y jugaba a insinuar pero no a concretar nada- ha dejado más más claro que nunca que su opción más probable es la subida de un cuarto de punto en su próxima reunión. En la práctica, así lo entienden los mercados y esto supone abrir la espita para que el Euríbor se dispare a mucha más velocidad que hasta ahora. Los expertos creen que el indicador no bajará ya del 5% al menos en lo que queda de 2008. En cambio, varios analistas consideraron ayer que el índice ha tocado techo y que le toca bajar a partir de ahora.
Esta versión optimista es la preferida por el ministro de Industria: «Yo no creo que el BCE vaya a subir los tipos de interés», afirmó Miguel Sebastián, eso sí, horas antes de conocerse el nuevo récord del Euríbor. Algo más tarde, y con la noticia en la mano y en la retina, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, fue más cauta y reconoció que la situación es «preocupante». De la Vega, en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, se mostró confiada en que la situación se reconduzca «pronto».
