Economia

La OCDE recorta hasta el 1,6% su previsión para España, una décima por debajo de la media de la eurozona

Solbes mantiene sus cálculos y critica que no se ha tenido en cuenta el paquete de ayudas aprobado por el Gobierno

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El Gobierno no piensa rebajar su previsión de crecimiento, al menos hasta otoño, pese a que varias instituciones privadas ya apuntan a que la economía española crecerá por debajo del 2% tanto este año como el próximo -las cajas de ahorro, por ejemplo, señalaban hace poco al 1,6% y el 0,4%, respectivamente-. La última en hacerlo, ya desde el ámbito público, ha sido la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que en su último cuadro de estimaciones publicado ayer desde la capital francesa situaba el avance del PIB español en un moderado 1,6% para 2008 y en un nivel aún más bajo, el 1,1%, para 2009.

La rebaja en los cálculos de la organización para España ha sido tan fuerte que, de cumplirse, la situaría por vez primera desde mediados de los noventa por debajo del crecimiento medio en la zona euro, que la OCDE cifra en el 1,7% y el 1,4%, respectivamente, para este ejercicio y el que viene. No obstante, el vicepresidente económico, Pedro Solbes, se apresuró a tachar de «excesivamente pesimistas» esas cuentas, aunque coincide en parte de sus conclusiones. Así, el ministro reconoció que «es posible» que, en una situación de caída de actividad, el desempleo «suba algo», si bien precisó que «lo importante» es que la tasa de paro «sea del 10% (como se prevé) el menor tiempo posible».

La OCDE justificó sus expectativas menores sobre la evolución del PIB español en el que el mercado de la construcción residencial cae más rápido de lo esperado, con mucha menos inversión inmobiliaria y en general demanda de consumo que en años pasados, lo que a su vez está haciendo que 'engorden' las listas de parados (calcula aquí una tasa del 9,7% en 2008 y del 10,7% en 2009).

En materia de precios, no contempla que su avance interanual baje del 4% hasta el año próximo (si bien aún por encima del 3%), mientras que en materia de ahorro presupuestario estima que el presente ejercicio aún se saldará con superávit, eso sí pequeño (0,7% del PIB), pero el que viene ya se volvería entrar en un déficit (-0,3%) que parecía olvidado. Los técnicos de la organización paneuropea creen que ese panorama se mantendrá en España durante 18 meses por el contagio que el retroceso de la actividad inmobiliaria tendrá en otros sectores. Por este motivo, recomiendan al Gobierno que «no debe tratar de apuntalarlo, ya que esos mismos recursos son necesarios para el resto de la economía».

«Es importante que no se meta en medio -añadieron- y permita a los mercados llevar a cabo la transferencia de recursos». Solbes aceptó de buen grado esta sugerencia, pero dijo que la construcción no residencial está «subiendo», en buena medida por el reciente aumento de la inversión en obra pública, al tiempo que insistió en su pronóstico de que «la fase desaceleración será aquí relativamente corta».

Medidas infravaloradas

Para el vicepresidente, el problema es que, si bien coincide con la OCDE en que la actividad nacional sufre «un ajuste importante» -a su juicio, también «necesario» para corregir el modelo de crecimiento-, aquella ha «infravalorado» el impacto del plan de estímulos aprobado en consejo de ministros a finales de abril y que, según sus cálculos, inyectará 10.000 millones en la economía, lo que incrementará el consumo en cerca de un punto los dos próximos años, y a su vez mejoraría el PIB en dos décimas por ejercicio.

Se mantuvo en su tesis de que el crecimiento será «ligeramente superior» al 2%, al menos este ejercicio (su última previsión, de hace apenas un mes, lo situaba en el 2,3% para 2008 y también 2009). Ya desde Madrid, el presidente del Gobierno replicó a la OCDE que «no es conveniente ignorar las dificultades pero tampoco exagerarlas», al tiempo que aconsejó al líder de la oposición, Mariano Rajoy, «no fiarse tanto de las encuestas». El responsable del PP le criticó en el Pleno del Congreso por «no poner remedio» a la problemática actual y ejercer más como «comentarista».