Los pescadores andaluces se unen a la concentración en Madrid y exigen medidas contra el alza del gasóleo

Centenares de pescadores andaluces se unieron hoy a la concentración que reunió a unos 10.000 armadores y pescadores, según datos de los convocantes, procedentes de distintos puertos de España, Francia, Escocia, Italia y otros países europeos ante el Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino para exigir medidas que compense el aumento del precio del gasóleo.

Según explicó a Europa Press el patrón de la Cofradía de Pescadores de Isla Cristina, Mariano García, unos 180 pescadores onubenses, cuya flota lleva amarrada en puerto tres días, acudieron a Madrid para demandar medidas a raíz del aumento del precio del gasóleo, que se ha cuadruplicado en cinco años, al pasar de 0,18 euros el litro en mayo de 2003 a 0,75 euros en la actualidad.

"Lo que todos pedimos es que el gasóleo no supere los 0,40 euros por litro", señaló García, que lamentó que mientras el precio del combustible se encuentra a niveles "muy altos", el precio del pescado en primera venta se mantiene en los mismos niveles que hace 20 años.

Los pescadores de Isla Cristina no abandonarán la huelga hasta que el Gobierno ofrezca alguna medida para compensar la situación, al igual que harán el resto de los puertos andaluces ya que, como explicó el presidente de los Armadores de El Puerto, Antonio Ares, si la situación no se solventa, el sector "estará abocado a desaparecer".

Durante la protesta, convocada por la patronal Cepesca y la Plataforma en Defensa del Sector Pesquero, se repartieron 18.000 kilos de pescado variado (merluza, lirios y jureles) procedentes de de A Coruña y 2.000 kilos de pescadilla del puerto de Celeiro (Lugo).

La concentración se prolongó durante más de dos horas en un ambiente tenso, controlado en todo momento por efectivos antidisturbios, ante quienes los manifestantes tiraron cajas de pescado.

Con el acompañamiento de la banda sonora de la película Titanic, patrones y pescadores, algunos ataviados con chalecos salvavidas, portaban figuras de espinas de pescado con crespones negros y pancartas que rezaban 'SOS La pesca se hunde' o 'Estamos en ruina', así como fotografías de la ministra del ramo, Elena Espinosa, junto a la que se podía leer 'Pirata del sector pesquero'.

Los manifestantes hicieron sonar silbatos y tambores, encendieron bengalas y corearon consignas como 'Queremos trabajar, queremos una solución' o 'Zapatero no, Sarkozy, sí'.

La crisis del siglo

Durante la lectura de un manifiesto en el que reclamaron soluciones para paliar la que definieron como "la mayor crisis del sector de los últimos cien años", los pescadores pidieron las dimisiones de Espinosa y del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

Tras rechazar un encuentro con el director general de Estructuras y Mercados Pesqueros, Ignacio Gandarias, la concentración concluyó pasadas las 13.00 horas con gritos que llamaban al bloqueo de los puertos.

Cepesca y la Plataforma en Defensa del Sector han convocado un amarre indefinido de la flota que, según aseguran, ya ha comenzado en todas las provincias andaluzas, mientras que la flota de altura tiene un pequeño margen de tiempo para volver a puerto.

De este modo, y teniendo en cuenta que los convocantes van a tratar de impedir la comercialización de pescado importado, advirtieron de que "el desabastecimiento será inmediato en el pescado fresco, mientras que en producto congelado se tardará unos días más", según la portavoz de la plataforma, Concha Ortega.

Expedientes de empleo

El secretario general de Cepesca, Javier Garat, no descartó que los empresarios del sector comiencen a aplicar expedientes de regulación de empleo, porque "la situación es crítica". Por este motivo, instó al Gobierno a diseñar un plan de viabilidad que recoja medidas de choque como la exoneración del pago de la Seguridad Social, la refinanciación de las deudas o la rebaja temporal de las tarifas portuarias.

"El plan de choque es sólo un parche, también hay que adoptar medidas de eficiencia energética y medidas de mercado, para cortar de raíz las importaciones ilegales", explicó Garat, quien señaló que otro de los problemas del sector es el bajo precio del pescado en primera venta, que apenas ha cambiado en dos décadas. Según lamentó, las empresas no pueden repercutir el aumento de los costes de producción en el precio del pescado.

En el manifiesto, los convocantes también reconocieron la necesidad de acometer un ajuste de la flota, como propone la Comisión Europea, "aunque sea doloroso", y criticaron la "falta de interés" del Ministerio en buscar una solución.

En la movilización participaron dirigentes de organizaciones pesqueras de algunos países europeos, como el presidente del Comité Regional de la Pesca con base en Normandía, Daniel Lefebure, quien defendió la necesidad de desarrollar actos de presión a nivel europeo para que se activen medidas de urgencia que palíen la crisis, al tiempo que demandó un aumento de las ayudas de 'mínimis'.