Barack Obama celebra con su mujer la victoria en Oregón. /REUTERS
el senador está a un paso de la candidatura

Obama se sitúa a un paso de la victoria al lograr la mayoría de delegados

La ex primera dama insiste en que ella es la que suma más votos populares si se cuentan Florida y Michigan, los dos estados castigados por haber adelantado sus primarias

IOWA Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Iba a ser una coronación triunfal en el estado que hizo realidad el sueño improbable de Barack Obama, pero en las últimas 48 horas las airadas protestas de Hillary Clinton le convencieron de que era mejor cruzar la línea de la victoria con humildad y palabras amables para su rival. Con las primarias en el bolsillo, lo que importa ahora es ganar en noviembre, y para eso necesitará a los seguidores de Clinton.

Paradójicamente Obama alcanzó anoche la mayoría de los delegados electos que reparten las primarias con una soberana derrota en Kentucky (65% a 30%), ya que sólo le faltaban 16 delegados para llegar a los 1627, que no le convierten aún en candidato demócrata pero hace prácticamente irreversible su marcha hacia el podium. Su cómoda victoria en Oregón (58% a 42%) le permitió volver al lugar donde todo empezó el pasado 3 de enero, entre las estepas heladas de un estado blanco y rural que apostó por un candidato negro y casi desconocido frente al aparato del partido.

"Porque vosotros os levantasteis por el cambio, unos cuantos más lo hicieron, y después se levantaron unos miles, y luegos lo hicieron unos millones", recapituló el joven senador de Illinois. "Esta noche, Iowa, en la eclosión de la primavera, con la ayuda de esos que se han levantado en Portland (Oregón) y Louisville (Kentucky), hemos vuelto a Iowa con la mayoría de los delegados electos por el pueblo estadounidense y nos habéis puesto al alcance de la nominación del Partido Demócrata para la presidencia de EE UU".

La ristra de halagos que siguió sobre el papel histórico de Hillary Clinton en esta campaña era algo que sólo se puede permitir un rival cuando se sabe vencedor. "Hemos hecho este recorrido con uno de los candidatos más formidables que nunca se hayan presentado al cargo. Como sabéis, en 35 años de servicio público la senadora Hillary Clinton nunca ha dejado de luchar por el pueblo estadounidense. (…) Todos admiramos su valor, su compromiso y su perseverancia. No importa como acaben estas primarias, la senadora Clinton ha resquebrajado mitos, ha roto barreras, y ha cambiado el país en el que mis hijas y las vuestras se harán mayores, y es por eso que le estamos agradecidos".

Con esta elegía que tanto dolió en la campaña contraria, Obama enterraba el hacha de guerra y empezaba la siguiente etapa de su viaje hacia la Casa Blanca, que pasa inevitablemente por conquistar a los seguidores más recalcitrantes de Clinton. El 77% de los que votaron por ella en Kentucky dijeron ayer que no estarán satisfechos si Obama es el candidato, y el 41% votaría antes por el republicano John McCain.

Clinton no se rinde

Clinton no se lo va a poner fácil. Ella también celebraba una victoria dudosa al asegurar que ha ganado el voto popular -algo que sólo ocurre si se cuentan los votos anulados de Michigan y Florida y se olvidan los caucus de cuatro estados-.

"Tengo una petición más para todos mis seguidores", dijo en Louisville. "Seguid trabajando, seguid luchando, seguid defendiendo lo que creéis que es correcto, porque eso es exactamente lo que yo voy a hacer". Su promesa de guerra es "seguir defendiendo nuestro caso hasta que haya un nominado, ¡quienquiera que ELLA sea!".

Prueba de lo lejos que llega su determinación es que hoy no estará haciendo campaña en uno de los tres estados que faltan por votar -Puerto Rico, Dakota del Sur y Montana- sino en Florida, un estado fundamental para ganar las generales en noviembre.