Cultura

El regreso del héroe

Indiana Jones se lanza a una nueva aventura con su cuarta entrega a la edad de la jubilación y horas extra de gimnasio para mantenerse en forma

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A la edad en la que el común de los mortales se jubila, Indiana Jones vuelve al tajo. Harrison Ford cumplirá 66 años en julio, y ha tenido que meter horas extras en el gimnasio para mantener la apostura con el sombredo Fedora, la cazadora de aviador y el látigo. Por si acaso, el secretísimo guión de Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal está salpicado de bromas sobre la vejez del protagonista. Steven Spielberg y George Lucas venden la misma moto que hace 27 años: nostalgia.

Los hermanos Grimm del cine se asociaron cuando eran apenas unos treintañeros para celebrar las películas de su infancia. Indiana Jones nació en la playa del hotel Manua Kea, en Hawai. Los dos amigos se encontraban de vacaciones recuperándose de Encuentros en la tercera fase y La guerra de las galaxias. A Lucas le rondaba la idea de una saga en la estela de James Bond, con un héroe cínico sobrepasado por los acontecimientos, que vive mil y una peripecias. Hasta tenía una imagen: un hombre saltando desde un caballo a un camión.

Spielberg también había crecido con los seriales de las sesiones matinales de los sábados. Siempre terminaban con un cliffhanger: una escena al borde del abismo, una bomba a punto de explotar. Tensión como enganche hasta el próximo episodio.

Dos guionistas-directores, Philip Kaufman y Lawrence Kasdan, concretaron los rasgos de Indiana, bautizado con el nombre del perro de Lucas. De paisano, el doctor Henry Walton Jones Jr. es un gafoso y aplicado profesor de arqueología en la imaginaria Universidad de Marshall; en cuanto se viste los harapos selváticos adopta la osadía de Douglas Fairbanks y el sarcasmo de Humphrey Bogart. La misma dualidad del superhéroe por excelencia, Clark Kent-Supermán.

Estrenada en 1981, En busca del arca perdida era a la vez una imitación y un homenaje a los serials despreciados por los críticos. Un cine modelado a partir de patrones impuros: tebeos, ilustraciones gráficas, pulps o novelas de a duro. Una exaltación irónica y entusiasta del cine tradicional de aventuras, que arrebataba por su emoción y brillantez formal.

El prólogo en la selva sudamericana se cuenta entre lo mejor rodado por el autor de E.T.. Indy salta, corre, esquiva flechas envenenadas, desafía ejércitos de tarántulas y escapa de los nativos para hacerse con un tesoro arqueológico.

Sesos de mono

Paramount había producido En busca del arca perdida bajo unas condiciones insólitas. Por primera vez, un estudio tenía que contar con la aprobación del director para rodar secuelas. Indiana Jones y el templo maldito (1984) inauguró una nueva clasificación en Estados Unidos: mayores de 13 años acompañados. Lo mejor era nuevamente el prólogo en el feudo de un malvado oriental, un cabaret digno de un musical de Busby Berkeley, donde la actriz Kate Capshaw -desde entonces la esposa de Spielberg- entona Anything Goes (Todo vale).

La canción de Cole Porter anuncia lo que va a ser el filme, un pastiche de Gunga Din con escenas gore de tortura y sorbete de sesos de mono como menú, que refleja el estado anímico de Spielberg y Lucas, por entonces en sus respectivos trámites de divorcio. La huida final en una mina reconstruida en plató sigue quitando el aliento. Y pese a que el director de Tiburón la considera oscura, aquel año ganó más que nadie en Hollywood: el filme recaudó 179 millones de dólares sólo en EE UU, mientras otra suya, Gremlins, se embolsaba 144 millones.

Si el macguffin de la primera entrega era el Arca de la Alianza y el de la segunda un ídolo pagano, Indiana Jones y la última Cruzada (1989) gira en torno al Santo Grial. Con astucia freudiana, Indy también busca a su padre (Sean Connery, que casi octogenario ha rehusado participar en la cuarta aventura). La cinta que durante 19 años cerró la trilogía se rodó en parte en España: el desierto de Almería simuló ser Jordania.

Lucas y Spielberg sabían ya entonces que la suerte comercial depende del público adolescente, así que concibieron un prólogo para explicar los orígenes del protagonista con el actor joven de moda.

Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal deberá contar con la audiencia de la era YouTube para resultar rentable. Harrison Ford ha demostrado en los últimos años que ya no arrastra a las salas. Por eso le acompaña Shia LaBeouf (Transformers), que vestido y motorizado como Marlon Brando en Salvaje, comparte aventuras y -quizá- vínculo filial. La villana habla con acento soviético (Cate Blanchett) y regresa Marion Ravenwood (Karen Allen), la compañera de Indy en la primera parte. Todos en pos de una calavera de cristal que podría tener orígenes extraterrestres.

Spielberg ha dirigido las cuatro entregas, pero Lucas siempre ha tenido la última palabra. Sin ir más lejos, esta cuarta aventura se retrasó casi dos años porque el director de La guerra de las galaxias rechazó el guión escrito por Frank Darabont. Lucas ha prometido «no leer ni una sola crítica». Y para curarse en salud no dará mucho tiempo a que los cronistas despotriquen contra el filme del año: se estrena en Cannes el 21 de mayo.

La máquina registradora ya ha empezado a sonar. El sombrero de Indy cuesta 27 euros; un llavero con la calavera de cristal, 6. La página oficial Indianajones.com surte de merchandising a los fans del héroe. Sin llegar al inabarcable universo juguetero de Star Wars, Indy es un filón para las arcas de sus creadores más allá de la gran pantalla. Norma Editorial lanza cuatro libros coincidiendo con el estreno del filme: Omnibus Indiana Jones, con tres aventuras inéditas; el cómic de El reino de la calavera de cristal; la adaptación del guión escrita por George Lucas y David Koepp; y un volumen con los secretos de la saga. El videojuego Lego Indiana Jones Trilogy sale a la venta en junio. Se puede elegir ser cualquier personaje de la saga, aunque, por mor de la corrección política, se han eliminado referencias a los nazis.

LucasArts, la división de videojuegos de Lucas Films, ha presentado en ferias un adelanto de Indiana Jones, el juego que promete un salto revolucionario en gráficos. Saldrá al mercado a mediados de 2009 y estará disponible para PlayStation 3, Xbox 360 y PC.

«Durante los últimos años he hecho un montón de películas diferentes», explicaba Spielberg en la Convención de Cómic de San Diego. «Muchas de ellas las necesitaba apasionadamente, eran para mí. Pero ésta, os lo prometo, la he hecho para vosotros, para todos los fans de la serie». A tenor del tráiler, la nostalgia funciona. ¿Y acaso no han vendido con éxito el mismo espíritu aventurero La momia y Lara Croft: Tomb Raider? Suena la marcha triunfal de John Williams y la piel se pone de gallina. Indy ha vuelto.