VANESSA ROMERO ACTRIZ

«Me toman por más ingenua de lo que soy»

«Yo no le quité el novio a María Adánez, ellos lo habían dejado por infidelidad de ella»

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Vanessa Romero es Raquel Somoza en La que se avecina, la serie que dirige su novio, Alberto Caballero. Pero de vez en cuando se escapa del plató para ejercer su antigua profesión de modelo. Vanessa ha puesto estos días su rubia melena en manos del peluquero vitoriano Oscar G, y ha confesado que está pensando en transformarse en morena «al menos una vez en la vida, para que me miren de otra forma».

-¿Harta de ser la típica rubia?

-Más bien de que me tomen por una chica muy dulce y angelical. La gente te ve así y al final casi adoptas ese papel. Creo que el ser morena me cambiaría todas las facciones de la cara, me haría más dura. Y ese cambio me tienta.

-¿Le toman por más ingenua de lo que es?

-Pues sí. Me da a mí que sí.

-¿Y usted se aprovecha de ello?

-Depende de las situaciones... La gente a veces me dice que no soy lo que parezco.

-¿Y cómo es en realidad?

-Pues una persona muy normal, muy sencilla. No me doy aires de nada ni me creo absolutamente nada. Soy una curranta; me gusta mi profesión, lucho y me lo curro como todo el mundo y con mi gente soy lo más normal del mundo. El encanto de las personas está en el interior. Eso te va a acompañar toda la vida.

-Para algunos es usted la que le quitó el novio a María Adánez.

-Sí, sí, ya ve... Ésa es otra de las mentiras que se han dicho. Yo no le quité el novio a nadie, aunque pareciese que sí. Llevaba dos años en esa serie, lo dejé con mi novio, y se dio la casualidad de que Alberto Caballero también lo dejó con María, porque ella le fue infiel. Así que nos encontramos dos personas que nos acabábamos de separar y, lo típico, al mes y medio empiezas a hablar con esa persona y ves que todo empieza a fluir. Pero nunca me metería en medio de una relación, porque tengo una regla básica: no hagas lo que no te gusta que te hagan. Es un lema que tengo muy presente porque creo mucho en el rollo causa-efecto. Siempre pienso que el mal que hagas acabará volviendo a ti.

-Y, ante eso, se porta bien.

-Bueno, más que por eso, por pura coherencia. En mi familia siempre me han enseñado a ser bastante humilde y a dar gracias por todo lo que te da la vida.

-¿Qué ha encontrado en Alberto?

-Llegó justo en un momento en mi vida en el que hubo un cambio. Dejé a mi anterior pareja.

-El presentador Antonio Hidalgo.

-Sí. Ya lo habíamos dejado y luego volvimos, pero cuando algo no funciona... Yo creo que nosotros no teníamos la misma forma de ver la vida. Probablemente por la diferencia de edad. Él ya estaba de vuelta de muchas cosas y yo todavía no había ido. Alberto apareció en un momento de mi vida en el que quería darme una oportunidad a mí misma, quería ser feliz y estar con alguien que me aportara cosas.

-¿La boda está cerca?

-Este año teníamos previsto casarnos. Es un paso más en nuestro maravilloso romance. El problema es que no tenemos tiempo para organizar nada. Él está inmerso en la serie y yo también. Creo que a mediados de julio paramos. A partir de ahí veremos cómo y de qué manera nos casamos. A mí no me apetece una boda tradicional o típica. Prefiero hacerla en algún sitio perdido.

-¿Se lleva bien con el tío de su novio, José Lu-is Moreno?

-Sí, tengo una relación muy buena con él. Después del susto que nos di-mos, afortunadamente está mejorando día a día. Creo que a todos nos dio una lección de entereza.

-¿Usted y Alberto han tomado medidas de se-guridad?

-Sí, como toda la familia. De mo-mento, lo de irnos a vivir a un chalé lo hemos descartado, porque nos da un poco de miedo.