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El juez deja en libertad con cargos al inspector de la Udyco al que denunció un confidente

Siete meses después de que un confidente de la Policía denunciara al inspector jefe del grupo II de la Udyco de Cádiz por incitarle a vender droga, el juez que instruye las diligencias interrogó por vez primera al agente, quien ha quedado en libertad aunque se mantiene su imputación en varios delitos. De esta manera, la autoridad judicial desoyó las peticiones formuladas por las acusaciones, que solicitaron el ingreso en prisión como medida cautelar, pero sigue con la investigación ante la existencia de indicios.

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El comisario provincial, José María Deira, confirmó a este medio que el inspector estaba en libertad y confía en que la investigación concluya con el archivo de la causa. Lamentó a su vez el daño que se le está haciendo a «un buen profesional» y espera que el procedimiento judicial «se resuelva pronto y de manera favorable» para el agente. Sobre su situación como imputado, Deira especificó que al existir una denuncia, «el juez tiene la obligación de investigar los cargos por los que ha sido denunciado».

Además, el máximo responsable de la comisaría provincial aclaró que no se va a iniciar ningún expediente de carácter interno contra el agente, que conlleve la retirada momentánea del servicio, «porque no hay una medida judicial contra él».

Obstrucción a la justicia

A los cargos por los que inicialmente le denunciaron como son la omisión del deber de perseguir delitos, falsedad documental y contra la salud pública, la autoridad judicial le investiga también por su supuesta autoría en un delito de obstrucción a la justicia. Este último cargo se ha sumado a raíz de las declaraciones realizadas por ocho compañeros del inspector jefe, que ya han pasado ante el titular del nº 4 de Instrucción de Cádiz. Según fuentes del caso, el imputado fue interrogado ayer sobre supuestas llamadas que hizo a sus colegas antes de que prestaran declaración y en las que la acusación sostiene que pudo presionarlos para que hablaran a su favor.

Tanto en este punto como en el resto de preguntas relacionadas con su presunta incitación al confidente para que vendiera drogas y así pudiera practicar detenciones, el inspector jefe lo negó todo. Si bien sólo respondió a las preguntas del juez, el fiscal y su letrado. A las cuestiones planteadas por los abogados del denunciante y los que representan al SUP, que también están personados en la causa, no contestó.

El comisario Deira explicó que el agente ha aportado al sumario «una serie de pruebas» que refrendan su defensa. En la línea de lo anunciado hace unos días por el Sindicato Profesional de Policía, al que está afiliado el inspector, el agente ha sido víctima de una venganza orquestada por el SUP. En un comunicado de prensa, esta organización sindical lo argumentaba de esta manera: «En su anterior puesto de coordinador de servicios dio cuenta de varios funcionarios, afiliados casi todo ellos al SUP, por no cumplir con sus obligaciones del servicio público que los policías tenemos que prestar». Según el sindicato que aglutina a los mandos policiales, éste fue el origen de un enfrentamiento que ha terminado en la denuncia del confidente.

El denunciante es un toxicómano con antecedentes que venía colaborando con el inspector jefe, pero el pasado mes de septiembre presentó una denuncia en la que adjuntó una serie de conversaciones grabadas con las que quería demostrar cómo el policía le llegó incluso a obligar a depositar una partida de cocaína en los baños de un bar, que sirvió posteriormente de prueba para precintar el establecimiento. En el interrogatorio de ayer, el agente reconoció que su voz aparecía en esas conversaciones, pero negó el sentido que le ha dado el denunciante.