En la imagen, dos vecinas observan la vivienda de ëcija donde se produjo el suceso. /EFE
incendio en écija

El fuego ha dejado 39 víctimas en lo que va de año

El incendio de Écija es el más grave registrado en lo que va de año en cuanto al número de víctimas

MADRID Actualizado: Guardar
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La muerte por intoxicación de dos personas en el incendio de su vivienda en Madrid, más el fallecimiento ayer de seis personas de una misma familia en en Écija (Sevilla) eleva a 39 el número de víctimas mortales como consecuencia de los incendios registrados en domicilios en España en lo que va de año.

Una anciana de 85 años y un hombre de 41 han muerto intoxicados por el humo y gases tóxicos procedentes de un fuego originado en el salón de su vivienda, situada en un edificio en el número 63 de la madrileña Avenida de la Albufera.

En Écija, según los primeros datos, el incendio fue causado por un brasero o aparato calefactor que podría haber quedado encendido, y en él murieron un matrimonio, sus tres hijos y el novio de una de las hijas, cuyos cuerpos completamente carbonizados se encontraron en el segundo piso de la casa unifamiliar de dos plantas.

El incendio de Écija es el más grave registrado en lo que va de año en cuanto al número de víctimas, ya que el que se produjo el pasado 27 de marzo en una vivienda de Aranga (La Coruña) se cobró la vida de tres personas, un padre y sus dos hijos varones de 30 y 34 años, ambos discapacitados.

El 17 de enero un bebé de ocho meses, de origen marroquí, falleció y otras seis personas resultaron heridas por inhalación de humo en el edificio en el que vivían en Soria.

Tres incendios en domicilios registrados entre los pasados días 6 y 9 de enero, se cobraron la vida de tres personas cuyas edades rondaban los 80 años, en Calahorra (La Rioja), Cespedosa de Tormes (Salamanca) y Sevilla.

El más grave desde 1992

El siniestro de Écija es también el más grave registrado en inmuebles desde el 7 de julio de 1992, cuando doce personas -una mujer, un bebé, dos niños de raza gitana y ocho inmigrantes polacos- fallecieron asfixiadas al incendiarse un bloque de viviendas en la localidad madrileña de Móstoles.

El origen del suceso, en el que también hubo 17 heridos, fue un cigarrillo que quemó un colchón de espuma que, al intentar apagarlo en una terraza, prendió en unos segundos la fachada del edificio, construido con materiales de fibra de poliéster.

El 1 de marzo de ese mismo año, una abuela y sus cuatro nietos fallecieron por asfixia al declararse un incendio -causado por un cortocircuito- en su vivienda del municipio de Narón (La Coruña).

El 14 de noviembre, también de 1992, cinco personas, entre ellas un niño de tres años, murieron igualmente al incendiarse una casa de campo en Benifayó (Valencia), que ardió al alcanzar el fuego del rescoldo de una hoguera la puerta de la vivienda.

Cinco víctimas se cobró también el incendio registrado el 6 de marzo de 2000, en un inmueble deshabitado del barrio madrileño de Entrevías.

El 29 de diciembre de 2001, cinco jóvenes de entre 19 y 24 años de edad, integrantes de un grupo de música "heavy metal", fallecieron a consecuencia de un incendio declarado en una nave de Leganés (Madrid), que tenían alquilada para ensayar.

El 2 de agosto de 2003, un matrimonio y tres de sus hijos -de 23, 15 y tres años- murieron igualmente en el incendio ocurrido en la vivienda en la que residían en el barrio de San Cristóbal, de Lorca (Murcia).

Cuatro hombres y una mujer perecieron también, el 28 de marzo de 2006, en el incendio registrado en la residencia San Lorenzo de Massamagrell, que albergaba a enfermos mentales, a quince kilómetros de Valencia.