KOOL. Uno de los quince grupos que participan en la cita. / LA VOZ
Cultura

Fuga de talentos

Colectivos y grupos musicales críticos con el Ayuntamiento celebran hoy en Puerto Real el Festival Rock Gaditano en el exilio

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Porque la cultura no son sólo señores circunspectos que recitan sus ripios detrás de un atril, académicos rancios, estudios y tesinas; porque hay vida inteligente más allá de las conferencias tediosas, de los premios pactados, de los cuartetos de cuerda; porque existe otra forma de ilustrarse, de cultivar la diferencia y elevarla a categoría de arte, sin necesidad de recurrir a patronatos solemnes o paternalismos interesados; porque otra Cultura, en definitiva, también es posible, el Festival que una larguísima relación de colectivos cívicos celebran hoy en Puerto Real, tiene sentido.

El recinto ferial de la ciudad acogerá, a partir de las 13.00 horas, un encuentro en el que participarán más de quince grupos musicales de todos los estilos y tendencias, y que se complementará con street football, breakdance, graffiti, malabares, mercadillo y stands informativos. Su nexo en común es que todos se reivindican como «exiliados de Cádiz, cuyo Ayuntamiento no nos quiere».

Según explica Karím Ajende, de Akoplelocal, una de las asociaciones promotoras de la iniciativa, «la jornada la planteamos, por una parte, como espacio de promoción de grupos de Cádiz y la Bahía, pero también para poner en evidencia la falta de espacios, el poco apoyo y la malísima disposición del consistorio gaditano para este tipo de eventos». Quieren demostrar que son «más de cuatro pelagatos, que existe una conciencia común que demanda esta cultura, y que tenemos capacidad de autogestión, aunque algunos nos consideren un grupo de hippis o de punkis que sólo pretenden echar el rato».

La idea de Rock gaditano en el exilio surgió el pasado mes de diciembre. Tras un concierto de Kambayá en el que la Policía Local «hizo todo lo posible por amedrentar a los asistentes», Akoplelocal, La Fábrika, La Tapadera, Jaleo y otros colectivos acordaron un calendario de actividades con una clara intención reivindicativa.

«Allí había gente de 30 años, con sus familias, estudiantes, educadores, trabajadores sociales y ciudadanos que únicamente querían disfrutar de buena música en paz», recuerda Karím. «Sin embargo, nos sentimos tan discriminados y acosados que optamos por salir de Cádiz, pero siempre con la vocación de volver cuando sea posible».

Entre los integrantes de un cartel «tan amplio, que hemos tenido que dejar fuera a muchísimos grupos para que los quince participantes tengan un tiempo razonable para actuar», están Dub Explossion, Cobaya, Chapando bares, Más madera, Bajos fondos, Kool, y otras formaciones, nuevas y clásicas, del panorama contracultural de Cádiz.

«No queremos una ciudad en la que la supuesta garantía de morir de hambre equivalga al riesgo de morir de aburrimiento, en la que la Cultura sea pasto de catetos, mercaderes y oportunistas; en la que las iniciativas gratuitas y autogestionadas mueran de asfixias por el peso de leyes absurdas, silenciadas por la fuerza», resume Karím, relatando algunos de los principios que los han movido a la acción.

Y avisan que no pararán hasta que no se les reconozca que son un tejido sólido, creativo y artístico, organizado al margen de instituciones públicas y privadas, «independientes tanto en lo político como en lo económico», que hasta «el momento no hemos recibido de las autoridades municipales más que falsas promesas, autoritarismo, sanciones y calumnias».

dperez@lavozdigital.es