TRAICIONADO. El jefe guerrillero sonríe junto al líder de la FARC, Marulanda. / REUTERS
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Guerrilleros de las FARC matan a su líder para evitar ser atacados por el Ejército

Los asesinos de Iván Ríos, solicitan cobrar la recompensa de cuatro millones que ofrecía el Gobierno

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«Las FARC se están resque- brajando», aseguraba ayer el ministro de Defensa Nacional colombiano, José Manuel Santos, al anunciar un nuevo éxito del Ejército en su lucha selvática contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Y así lo parece al analizar la muerte de Iván Ríos, al parecer víctima de una traición de sus propios hombres, siempre según versión de los militares.

Fuentes castrenses indicaron que los servicios de inteligencia llevaban meses tras la pista de Ríos. Su grupo fue localizado el 17 de febrero y desde entonces el cerco se cerraba cada día hasta que, hace dos jornadas, por fin se dispuso una operación para su captura, que llevarían a cabo fuerzas integradas por la policía, el Ejército y la Fuerza Aérea en una zona rural limítrofe con Antioquia.

Pero la misión no llegó a desarrollarse. Los lugartenientes de Iván Ríos se adelantaron a los soldados y acabaron con la vida del jefe guerrillero tras rebelarse ante la presión militar. Un tal Rojas se erigió en líder del motín y, según confesó, lo mató. Posteriormente le cortó una mano que fue usada como prueba ante el Ejército cuando los traidores se entregaron. No se olvidaron de pedir los más de cuatro millones de euros que el Gobierno ofrecía por la captura o muerte de Iván Ríos.

Su nombre real era Manuel Jesús Muñoz Ortiz. Había nacido en San Francisco Putumayo en 1961 y era el miembro más joven del secretariado de las FARC desde su nombramiento en 2005, además de uno de los pocos con formación universitaria, por eso se le consideraba alineado con el ala política. Integró la delegación rebelde durante los diálogos de paz abiertos por el ex presidente Andrés Pastrana.

Extenso currículum

Iván Ríos se convirtió ayer en el segundo jefe que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) pierden en menos de una semana, según confirmó la Fiscalía del país sudamericano. El pasado día 1 la guerrilla anunció la «baja» de Raúl Reyes, considerado el corazón del grupo armado después de Manuel Marulanda, 'Tirofijo', en un bombardeo en territorio ecuatoriano, una operación que ha provocado un conflicto diplomático en la toda región andina.

Sin embargo, su currículum era extenso: tenía orden de captura por los delitos de rebelión, terrorismo, homicidio con fines terroristas y extorsión. Además, se le reclamaba para ser extraditado a Estados Unidos. El Gobierno de Álvaro Uribe le consideraba responsable de ataques a municipios de Dolores, Rovira, Cajamarca y Alpujarra, en 2002, y del asalto al batallón Tenerife en Huila, donde murieron doce militares.