UNA GUERRILLERA de las FARC es evacuada por militares ecuatorianos de la zona de combate. / AP
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Ecuador envía tropas a la frontera tras la invasión de Colombia para atacar a las FARC

Hugo Chávez alerta a Uribe de que considerará «causa de guerra» una acción similar en territorio venezolano

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Ni los gobiernos de Ecuador y Venezuela, ni las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) están conformes con la versión oficial colombiana sobre la muerte de Raúl Reyes. El jefe del Ejecutivo de Quito, Rafael Correa, llamó ayer a consultas a su embajador en Bogotá, ordenó el cierre de la frontera común y exigió una «disculpa formal» e indemnizaciones por el incidente que a su juicio violó su soberanía territorial y las normas internacionales.

Al mismo tiempo, el Ejército ecuatoriano se desplegaba «de manera preventiva por razones de seguridad y de forma indefinida» en la región fronteriza, restringiendo el paso de personas, vehículos y mercancías entre Sucumbíos y el Putumayo.

Por su parte, su homólogo de Caracas, Hugo Chávez, ordenó el envío de diez batallones a la frontera con el «Estado terrorista» y calificó de «cobarde asesinato» la muerte del segundo de la guerrilla, que negaba en un comunicado que sus muertos estuvieran en Ecuador. El líder bolivariano advirtió de que una incursión similar en su territorio sería «causa de guerra».

Mientras, la cancillería del Gabinete de Álvaro Uribe hacía público un nuevo comunicado para reiterar que «no violó soberanía, sino que actuó de acuerdo con el principio de legítima defensa».

Ocho horas después

La crisis comenzó el sábado. El ministro de Defensa colombiano, Juan Manuel Santos, comunicó «la baja» de Raúl Reyes, pero dejó entrever que Ecuador conocía el operativo en su contra y justificó la acción porque la guerrilla acostumbra a «asesinar en Colombia e invadir el territorio de los países vecinos para refugiarse».

La nota afirma que Correa recibió el día de la operación «una llamada urgente» de Uribe a las 8.45 -hora local ecuatoriana-, cuando ya todo había terminado. Santos confirmó que el operativo comenzó a las 0.25, casi ocho horas antes.

Pero conforme se afinan los detalles sobre la muerte del número dos de las FARC, Julián Conrado y otros quince guerrilleros, las dudas y el malestar aumentan en Quito. La conclusión de los militares ecuatorianos no pudo ser peor: «Fuerzas colombianas ingresaron en nuestro territorio, tomaron posesión de varios occisos y se los llevaron a su país», dijeron.

Correa, quién ayer canceló un viaje oficial a Cuba ante la crisis, fue contundente: los guerrilleros estaban en territorio ecuatoriano, a dos kilómetros de la frontera común y dormían -muchos estaban en pijama- cuando «fueron bombardeados y masacrados utilizando tecnología punta, seguramente con apoyo de potencias extranjeras». «Uribe está mal informado o me ha mentido de la manera más descarada». Para el ministro de Defensa de Ecuador, Wellington Sandoval, «éste sería el atentado más grave cometido contra la soberanía del país en lo que va corrido de siglo».

Tras la caída de Raúl Reyes, los familiares de los secuestrados temen represalias y complicaciones con la negociación del acuerdo humanitario, algo desmentido ayer desde su dirección.