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La UE negocia una declaración sobre el futuro del nuevo Estado

La Unión Europea está preparada para saludar la independencia de Kosovo. Lo hará sin grandes alardes, porque es un asunto que despierta aún sensibilidades en su seno, pero las cartas están echadas: el lanzamiento de la misión de 1.800 policías y personal judicial y de aduanas que asistirá al nuevo Estado durante sus primeros años en cuestiones de ordenamiento interno fue aprobada anoche por procedimiento escrito (España participará en ella). Y el próximo lunes, los ministros de Exteriores de la UE emitirán una declaración cuyo texto está siendo actualmente negociado, en el que se reafirmará, cuando menos, la idea de la estabilidad en los Balcanes occidentales como objetivo asumido de la UE. No habrá, según diversas fuentes, referencias a la posible declaración de independencia de la provincia serbia, para no poner en dificultades a países que, como España, no tiene previsto reconocer a Kosovo a corto plazo, pero será lo suficientemente concreta para dar a entender que la Europa comunitaria no sólo no es ajena al proceso, sino que es la referencia para el futuro de la nueva nación.

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España se mantiene a la defensiva en este proceso. No se encuentra en la vanguardia de los países que asumen la independencia kosovar (Francia, Reino Unido, Alemania e Italia), pero tampoco está poniendo dificultades al consenso europeo sobre el futuro del nuevo Estado. Fuentes diplomáticas de uno de los miembros de la vanguardia citada decían comprender la posición española, en el marco de la situación electoral que vive el país, como es el caso también de Chipre.

Es muy probable, sin embargo, que España se vea arrastrada a situaciones que le resulten incómodas, en este asunto. Bastará, para ello, que una mayoría de socios comunitarios promueva negociaciones para un acuerdo de estabilización y asociación con Pristina. La UE no puede firmar convenios con entidades políticas que no son reconocidas por todos sus miembros. Por eso, entre otras cosas, el proceso de adhesión de Turquía a la Unión pende de la guadaña de Chipre, que no reconoce la independencia del norte turco de la isla. No resultan fáciles de imaginar movimientos en el seno de la UE para el lanzamiento de negociaciones de asociación con Kosovo, mientras media docena de países no lo hayan reconocido.