MANCHAS. El fuel formó algunas balsas en la orilla.
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Limpieza rápida

Unos 50 operarios de las tres administraciones concluyen en apenas dos días las tareas para librar de chapapote las playas algecireñas

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Ha sido «el menor» de los tres vertidos reconocidos oficialmente por la Consejería de Gobernación de la Junta procedentes del New Flame, aunque los ecologistas de Agaden hablan de hasta siete incidentes en las playas algecireñas desde que el buque colisionara el pasado 12 de agosto. Sin embargo, una franja de un kilómetro de largo por dos metros de ancho de hidrocarburos que afectó sobre todo a la playa de la Concha, pero también a las del Rinconcillo, Chinarral y Getares, dejan una negra huella complicada de eliminar. Más de 50 operarios de las tres administraciones -local, autonómica y estatal- coordinados a través del Plan Territorial de Emergencias de Andalucía (activado a nivel provincial) lo consiguieron en apenas un día y medio.

A primera hora de la mañana, las huellas del vertido eran todavía visibles en La Concha, la más afectada. Pero ya había desaparecido prácticamente del resto de playas algecireñas, ayudadas, además de por la intensa labor de restauración ambiental, por el fuerte levante que durante toda la noche se llevó parte del vertido, explicaba el coordinador provincial y director operativo del 112, Alberto Armario.

La mayor parte del dispositivo de limpieza se concentraba en dos grandes zonas, en una franja de un kilómetro junto al Puesto de Mando Avanzado instalado por el Grupo Especial de Emergencias de Andalucía en La Concha. Al mediodía se había retirado un total de 20 m3 de residuos, que se fueron depositando en contenedores, señaló Armario. Eso sin contar restos de madera y basura arrojados por el temporal y manchados con el fueloil. «No creo que el vertido afecte a la actividad pesquera», añadió el responsable.

La imagen de los operarios del Ministerio de Medio Ambiente, Ayuntamiento y Junta de Andalucía vestidos con monos y mascarillas blancas no podía sino retrotraer a las de la tragedia del Prestige. Pero nada que ver. «Yo estuve en lo del Sierra Nava y aquello estaba mucho peor, esto no es nada», reconocía Pepe, uno de los pocos operarios que se atrevía a hacer un comentario. Mientras, un colaborador de la Delegación de Playas del Ayuntamiento de Algeciras con 15 años de experiencia en la costa, sentenciaba: «Aquí estamos hartos de que nos lleguen vertidos, es algo habitual». Al mismo tiempo, señalaba con un gesto a la vecina Gibraltar.