PAZ. Las misiones en el exterior se llevaron la mayor partida. / EFE
Economia

El Gobierno se gastó en imprevistos casi 2.300 millones el pasado año

Misiones militares en el exterior, actualización de pensiones e inversiones en Cataluña, Ceuta y Melilla, destino de los fondos

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El Gobierno se gastó cerca de 2.290 millones de euros en «imprevistos» presupuestarios el año pasado, dinero que en gran medida sirvió para financiar las misiones militares españolas en el extranjero, pagar indemnizaciones no previstas a las clases pasivas (sobre todo, jubilados) y realizar inversiones de distinto tipo en Cataluña (200 millones entre el Plan de Saneamiento y el despliegue de la policía autonómica) y las dos ciudades autónomas, Ceuta y Melilla (294,5 millones). Ese montante fue descontado del Fondo de Contingencia, que fue creado por el Ejecutivo anterior del PP en 2001 dentro de la Ley General de Estabilidad Presupuestaria, cuya reforma se aplicó ya en la elaboración de las cuentas de 2008.

Dicho Fondo equivale al 2% del límite de gasto no financiero para el Estado, lo que supuso casi 2.679 millones en 2006 y 2.858,5 millones para 2007. Para 2008 están previstos 3.051 millones, lo que supone un incremento del 6,7%, en línea con el del techo presupuestario y el crecimiento nominal que se espera en la economía española. Su fin original era destinarlo a «atender necesidades de carácter no discrecional y no contempladas en el presupuesto inicial». El año pasado hubo menos imprevistos que el anterior y por eso se redujo un 17,5% el montante efectivo ejecutado.

Fines diversos

Pero como el cálculo del Fondo se deriva del gasto total de los Presupuestos y no de las contingencias concretas que se van a tener que financiar (precisamente porque su carácter «imprevisto» hace casi imposible una estimación aproximada), el Gobierno no suele agotar el saldo disponible que, sin embargo, no puede ser acumulado para el ejercicio siguiente. De hecho, en 2007 sólo dispuso del 80% del montante habilitado en las cuentas públicas para esa partida, mientras que el año anterior había requerido el 93.6%. Dentro de ese margen de gasto caben destinos tan diversos como el pago de sentencias judiciales (como las del síndrome tóxico, el hundimiento del buque Mar Egeo, las tasas del juego o Galerías Preciados), indemnizaciones por incendios, inundaciones y nevadas extraordinarias o avales de emisiones de bonos de países latinoamericanos (como Argentina). Dicho dinero también ha servido para cubrir parte del pago único por nacimiento o adopción de hijo puesto en marcha tras el verano por el Gobierno, devolver a varios sindicatos parte del patrimonio que les fue incautado tras la Guerra Civil o aumentar la financiación del Plan Nacional de Seguros Agrarios.

Los mayores desembolsos, no obstante, se destinaron a financiar el despliegue del Ejército en «operaciones de mantenimiento de la paz», con destinos tan diversos como Afganistán, Kosovo, Bosnia, Congo o el Líbano. En total, 721,5 millones de euros tuvieron ese fin, a los que hay que añadir otros 115,6 millones para la modernización de las Fuerzas Armadas. Más llamativo resulta el desembolso de 105,5 millones (más del doble que en 2006) para pagar el despliegue de los Mossos D'Esquadra a cargo de las arcas estatales, de 150,5 millones para saldar cuentas con la UE respecto a las ayudas comunitarias para la agricultura y de otros 59 millones para gasto farmacéutico.

La inmigración tuvo esta vez un peso más reducido en los créditos con cargo al Fondo, con casi 40 millones para la repatriación de extranjeros y ayuda humanitaria. También merecen destacarse los 368 millones que tuvo que usar en noviembre para abonar a los pensionistas la paga compensatoria por la desviación de la inflación en 2005. Por último, destacar los 22 millones destinados a una base permanente de la Unidad Militar de Emergencia en las islas Canarias, en concreto en Tenerife.