AMENAZA. John McCain habla a un grupo de veteranos de guerra durante un acto electoral en Battle Creek, en el estado feudo de Mitt Romney. / AP
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Romney se la juega en su Michigan natal ante un McCain que le pisa los talones

El favorito para la nominación republicana antes de iniciarse la pugna electoral ocupa ahora el cuarto lugar

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Era el favorito, pero no ha ganado ninguna de las dos batallas que se han librado en la eliminatoria republicana. Y con ello su liderazgo nacional ha caído hasta un humillante cuarto puesto. Por eso, para Mitt Romney las primarias republicanas que se libran hoy en su Michigan natal es un desesperado ejercicio de supervivencia, amenazada por el avance de John McCain en las encuestas.

De hecho, las últimas dan una ligera ventaja al rebelde republicano que resucitó la semana pasada con una rotunda victoria en New Hampshire. Según Zogby, McCain le aventaja por 27% a 24%, con el predicador baptista Mike Huckabee a un distante 15%. Dado que el margen de error es del 3,4%, la pelea se puede considerar en empate técnico. Tan claro está quién se juega más, que Romney es el único de los tres que esta noche esperará los resultados en Detroit, con la esperanza de celebrar la victoria. McCain y Huckabee han pasado menos tiempo en ese estado y apuestan por Carolina del Sur, la gran batalla que queda antes del Supermartes del 5 de febrero.

En cada mitin Romney ha recordado a los asistentes que nació en la localidad de Bloomfield Hills. Evoca su visita anual al salón del automóvil de la mano de su padre, un querido gobernador del estado, que como se encarga de recordar está enterrado en esa tierra, al igual que su madre. La herencia de Leonard Romney fue este legado político que su hijo no ha dudado en explotar.

Cada vez que ha tenido oportunidad se ha paseado por la rotonda del capitolio de Lansing, la capital burocrática del estado, donde se venera la imagen de su padre, y su campaña ha distribuido fotos en blanco y negro con el joven Romney sonriendo en las rodillas de su progenitor. El parecido entre ambos, llegados a la edad actual, es tal que más que padre e hijo parecen dos clones, lo que sin duda le ayuda a capitalizar la nostalgia de tiempos mejores. «Cuando yo crecí, Detroit era el orgullo nacional, la envidia del mundo, y os prometo que volverá a serlo si me hacéis presidente, porque para mí este estado es algo personal. Mis recuerdos aquí son muy profundos», proclama.

La caída de la industria automovilística ha sumido al estado en una crisis sin parangón en el resto del país. Mientras la media nacional de desempleo es del 5%, Michigan afronta una escalada rampante. En noviembre pasado el paro alcanzaba el 7,4%, pero la estimación para este año es de 8,2% y de 8,7% para 2009. Es en este contexto donde mejor encaja la figura del empresario mormón que ha amasado una fortuna como consejero de grandes corporaciones y se ha ganado a pulso fama de buen gestor. Por contra, el independentismo de McCain, que se niega a decir lo que la audiencia quiere oír, tiene nerviosos a sus leales.

'Hablando claro'

Mientras los obreros de Michigan le echan la culpa a la inmigración hispana de que sus puestos de trabajo se hayan ido al garete, McCain sigue defendiendo un plan para legalizar a los doce millones de indocumentados que ya hay en el país, y propone la creación de un programa de trabajo temporal que les permita llegar con papeles.

Cuando el sábado tuvo que defender sus posiciones a respuesta de una votante de Livonia, la audiencia le abucheó. En lugar de variar el mensaje, el candidato que viaja en un autobús llamado Hablando claro se enfrentó a ellos: «La vida es demasiado corta, amigos. Pero le diré algo, lo que no pienso hacer es llamar a un soldado que hoy está luchando en Irak para decirle que voy a deportar a su madre. Si usted quiere, vaya y lo hace». Tanto Romney como Huckabee pregonan mano dura contra los ilegales. McCain también defiende, en contra de los deseos del electorado, los tratados de libre comercio con México y otros países que la clase obrera culpa del cierre de fábricas que se han trasladado al otro lado de la frontera para aprovechar la mano de obra barata. Por eso no es de extrañar que buena parte de su cantera electoral salga en este estado de los votos demócratas e independientes, según las encuestas.

Le ayuda también el que las primarias demócratas hayan sido declaradas nulas por el partido. Además, claro está, del empuje que ha obtenido gracias a su vitoria en New Hampshire. Una encuesta encargada por The Washington Post daba a McCain por primera vez el liderazgo nacional, seguido de Huckabee, e incluso Giuliani se coloca por delante de Romney.

Pero mientras en Michigan Romney lleva a sus viejos amigos de la escuela en Cadillac y promete el brillo de esos cochazos de los 50 y 60, McCain les dice que sólo recuperaran su prosperidad si se suben al carro de las tecnologías verdes. La respuesta a sus mensajes, dentro de unas horas.