
Camps no se atreve a destituir a Costa pero dice a Rajoy que lo ha suspendido
El número dos del PP valenciano acepta ser apartado de sus funciones sólo si la dirección nacional abre una investigación
VALENCIA Actualizado: GuardarAl contrario de lo previsto, el comité ejecutivo del PP valenciano resolvió mantener en su cargo al secretario general y aceptar su propuesta para ratificar su honradez y sólo ser suspendido temporalmente en sus funciones si la dirección nacional acepta investigarle. Francisco Camps no sometió a aprobación la propuesta que figuraba en el orden del día para destituir al número dos del partido -como había exigido Mariano Rajoy- y se limitó a aceptar la oferta de Ricardo Costa que, poco antes, había hecho una declaración pública de su inocencia en la que aseguró que siempre obedeció órdenes de su presidente.
Sin embargo, el presidente valenciano informó a la dirección nacional que el comité ejecutivo acordó «suspender temporalmente y a petición propia en todas sus funciones en el partido como secretario general» y, según esta misma comunicación, «como portavoz del Grupo Parlamentario de Las Corts, a Ricardo Costa», según dio cuenta el PP en una nota oficial difundida dos horas después de concluida la reunión de la dirección regional.
En su escrito, deja muy claro que ésa es la información facilitada por el presidente valenciano, pero Mariano Rajoy sabía que no se ajustaba a la verdad porque dos miembros de la cúpula popular asistieron a la reunión del comité regional. El vicesecretario de Comunicación, Esteban González-Pons, y el coordinador de Justicia, Federico Trillo, estuvieron presentes en la sesión como dirigentes del PP valenciano y sus rostros expresaban disgusto cuando fueron los primeros en abandonar la sala de reuniones.
A pesar de que Rajoy sabía al detalle que la información suministrada por Camps no se correspondía con los acuerdos adoptados, nada de eso se menciona en el comunicado de la dirección popular, que anuncia la próxima convocatoria del Comité Nacional de Derechos y Garantías para que Costa «pueda ser escuchado». Fuentes populares aseguran que la pretensión de Rajoy es abrir un expediente disciplinario para la expulsión del todavía secretario general del PP valenciano.
En una auténtica ceremonia de la confusión, los miembros del comité ejecutivo trataron de explicar el acuerdo adoptado con muy distintas interpretaciones e incluso algunos reconocieron no saber qué se había acordado. Al mismo tiempo que Camps aseveraba en la puerta de la sede que «el secretario general ha cesado temporalmente en el tiempo que la dirección nacional crea oportuno para saber exactamente lo que ha ocurrido», Costa decía, en el interior, que estaba en pleno ejercicio de sus funciones.
Costa explicó, con todo detalle, su exculpación, y pidió a la dirección la defensa de su honor y su honestidad. El compromiso que aprobó al final el comité regional, por asentimiento, consistió en trasladar a la dirección nacional la disposición del secretario general a ser investigado y, mientras dure ese trabajo indagatorio, a ser suspendido en sus funciones.
«¿Y si la dirección nacional no abre esa investigación?», fue preguntado. «Si no me investiga seguiré como secretario general», respondió. «¿O sea, que sigue siendo secretario general en estos momentos?», quiso constatar otro periodista. «Naturalmente, si no fuera así no estaría ofreciendo esta rueda de prensa», replicó el aludido.
Fuentes de los asistentes a la reunión aseguraron que, tras la prolija intervención del secretario general, sólo habló el presidente para defender la honorabilidad de su número dos, aceptar y manifestar su acuerdo con sus dos propuestas y defender la unidad del partido. «Sólo una disensión u observación en este comité, y los de ahí fuera habrán ganado», dijo Camps a sus dirigentes en referencia a los adversarios del PP que, según dijo, sólo buscan su división interna. Y llevó ese temor hasta sus últimas consecuencias porque levantó la sesión sin dar la palabra a nadie ni permitir ruegos o preguntas. «Nadie ha dicho nada ni nadie ha propuesto el cese, ni se ha votado nada», explicó al término de la reunión uno de sus asistentes.
Pacto
Fuentes del PP valenciano aseguraron que la solución buscada al conflicto fue pactada por Camps con Carlos Fabra, el presidente del partido en Castellón y protector de los Costa.
En la dirección nacional cayó como una bomba la noticia y se interpretó como un nuevo retraso en el cumplimiento de las exigencias que Rajoy planteó al presidente valenciano y un síntoma de su debilidad. Sobre todo después del órdago que había lanzado el secretario general horas antes, cuando convocó a los medios de comunicación para explicar los motivos por los que se niega a dimitir. Aseguró que actuó siempre siguiendo instrucciones e implicó a Camps y a Rajoy en la contratación de Orange Market para los actos de la organización.
El número dos del PP valenciano desoyó todas las exigencias y manifestó: «tengo mi conciencia tranquila», y reiteró que «siempre» había cumplido sus «responsabilidades» y había trabajado «con absoluta dedicación, cumpliendo la ley y ciñéndome a las directrices que la dirección regional me ha marcado».