Un agente de la Guardia Civil y varios vecinos rastrean hace un año y medio la costa gaditana, en busca del cadáver del desaparecido. / ROMÁN RÍOS
CRONOLOGÍA

Jenaro Jiménez entra en prisión a la espera de declarar ante el juez en Cádiz

El gaditano, que fingió su muerte para huir a Paraguay, ingresa en la cárcel de Soto del Real en Madrid, aunque podría ser trasladado a la provincia hoy

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Jenaro Jiménez Hernández, el gaditano de 42 años que simuló hace 16 meses su muerte para huir a Paraguay, y que el miércoles fue detenido en el aeropuerto de Barajas, ha sido enviado a prisión por orden del juez de Guardia de Diligencias de Madrid, a la espera de que sea llamado a declarar por los juzgados de Instrucción de Algeciras y Cádiz, previsiblemente hoy.

Como adelantó LA VOZ DIGITAL, Jenaro Jiménez ingresó en la tarde de ayer en el centro penitenciario Madrid V, situado en la localidad de Soto del Real. Aunque lo hizo en calidad de detenido y no en prisión provisional, matizaba ayer el abogado de la familia, Alfonso Jiménez, que sin embargo no ha acompañado aún al detenido en Madrid. El juez madrileño tomó declaración a Jenaro Jiménez acompañado de un abogado de oficio a primera hora de la tarde, alrededor de las 15.00 horas. Y le comunicó los diversos requerimientos que pesan sobre él ordenados por los juzgados de Instrucción de Cádiz y de Algeciras.

En ellos, se instruyen diversas causas por delitos de estafa, falsedad documental y apropiación indebida, que Jenaro Jiménez habría cometido presuntamente antes de su desaparición el 13 de abril de 2008. Sin embargo, los jueces de ambas ciudades iniciaron las diligencias después de esta fecha, cuando los supuestos acreedores de Jenaro comenzaron a presentar denuncias por estafas y deudas contraídas, que el empresario había dejado tras su huida. Se sospecha que fue su endeudamiento -por encima de los 120.000 euros- la causa que motivó su escapada, aunque fuentes policiales indican incluso una hipótesis inversa: que gran parte del dinero del que se apropió, fuese reunido con el objetivo de sufragar el viaje. Las causas y los objetivos los deberá aclarar, no obstante, el juez de instrucción.

Con todo, por aquel entonces la fuga del empresario era sólo una hipótesis más en la investigación de la Policía Nacional. De hecho, hasta hace apenas un mes no se descartaba tampoco que el empresario hubiera sufrido un trágico accidente en el mar. Tal y como el detenido quería hacer creer.

La puesta en escena

Cabe recordar que Jiménez puso en pie toda una escenografía teatral para fingir su desaparición, supuestamente mientras practicaba pesca submarina en las playas de Atlanterra, en Tarifa, la excusa que puso aquel 13 de abril de 2008 para salir de casa sólo durante horas. Al cabo de las horas sin tener noticias suyas, la familia denunció su desaparición, y durante varias semanas un carísimo dispositivo de búsqueda de la Guardia Civil y Salvamento Marítimo peinó tramo a tramo la costa en busca de su cuerpo.

Sólo se encontró su coche y una aleta de submarinismo. Pero Jenaro había emprendido ya la huida en bicicleta hasta Gibraltar, donde tomó un avión con un pasaporte falso hasta Asunción (Paraguay), vía Londres y Sao Paulo (Brasil). Y en el país paraguayo ha permanecido 16 meses, donde llevó una vida con una identidad falsa, aún llena de misterios y lagunas. Se sabe, al menos, según fuentes cercanas a Jenaro, que en los últimos meses pasó por una etapa difícil, con problemas económicos que se reflejaron en la imagen desmejorada con la que ha llegado a España.

Su plan de fuga estuvo trazado casi al milímetro. Y no contó los detalles ni a sus padres, ni a sus amigos, ni a su propia mujer -embarazada entonces de ocho meses-, que han llorado su pérdida durante casi año y medio, sin saber que también ellos estaban siendo engañados.

Al conocerse su paradero, la Policía Nacional dispuso el regreso de Jenaro Jiménez a España para que se entregara a la Justicia, de lo cuál sus familiares se encargaron de convencer al empresario. De este modo, tras casi medio mes de conversaciones, la familia y la Policía trazó un viaje de vuelta casi idéntico al que Jenaro emprendió casi un año y medio antes. En esta ocasión volaría de Asunción a Sao Paulo, haría escala en Francfort, y de allí viajaría hasta el aeropuerto de Jerez, donde lo esperaban el miércoles policías de la unidad UDEV de la Comisaría de Cádiz.

Un imprevisto obligó a variar la ruta y Jenaro Jiménez cambia su billete desde Sao Paulo por uno que va directamente a Madrid, donde debe tomar otro vuelo hacia Jerez.

En la capital española, en cambio, se paró su viaje. Las alarmas saltaron al pasar la frontera, ya que el gaditano viajaba ahora con su documentación en regla. El requerimiento judicial de los juzgados de Algeciras y Cádiz aparecieron en la base de datos de la policía al consultar el nombre de Jenaro. De este modo fue detenido antes de tiempo, mientras en Jerez lo esperaban los agentes gaditanos para hacer lo propio. Ahora que está en manos de la Justicia, la Policía en Cádiz ha dado su investigación por cerrada.

Y sólo queda que los juzgados de Algeciras y Cádiz, ya con todas las diligencias y el exhorto del juez de Madrid, reclame la comparecencia del gaditano para tomarle declaración por sus supuestos delitos. Serán los jueces gaditanos los que determinen entonces si ordenan la prisión provisional para el empresario, una medida que suele tomarse en caso de riesgo de fuga. Algo que Jenaro Jiménez ya ha llevado a cabo.