De Perejil a Genovés

Conocido como el Paseo de Perejil a finales del siglo XVIII, el trazado de esta zona urbana era pobre y modesto, un simple parque ubicado entre los cuarteles del Camposanto y de la Bomba y una muralla que limitaba con el mar. Sin embargo, el paso del tiempo favoreció diversas remodelaciones que aumentaron su belleza y variedad florar de manera considerable.

La demolición del Cuartel de la Columsela supuso una de las transformaciones más destacadas. El solar que dejó al descubierto el derrumbe del edificio acogió frondosos árboles, casi todos traídos de ultramar, en concreto cipreses americanos. El Parque Genovés, por aquel entonces conocido como Paseo de las Delicias, ya iba tomando forma.

Pero no fue hasta 1892 que la morfología del espacio verde adoptaría la forma que hoy en día se conoce. El encargado de llevar a cabo las reformas fue el jardinero valenciano Gerónimo Genovés i Puig, de quien posteriormente el parque recibiría el nombre. El experto ideo un área asimétrica, con fuentes y cascadas, salones de te y salas de conciertos 'El Bosque del Ejército', nombre que recibe la zona ampliada, también alberga el conjunto escultórico 'Niños bajo el paraguas', fuente traída de París, o las esculturas dedicadas a José Celestino Mutis, la Duquesa de la Victoria, José María Pemán o a Félix Rodríguez de la Fuente.

Entre las construcciones levantadas en el interior del recinto botánico, destaca la construcción metálica del famoso arquitecto Gustave Eiffel, posteriormente empleada en la edificación del Mercado de la Merced. Un teatro de verano y la popular salsa de fiestas Cortijo de los rosales, completaron el diseño de un parque de ensueño.

No obstante, la aportación más singular y reseñable de este jardinero fue la distribución y selección de plantas. Más de 100 especies de árboles y arbustos pueblan desde hace años este enclave, delimitado por el Atlántico. Un drago canario, un árbol de amor, un laurel alejandrino o una higuera son algunas de las especies vegetales enraizadas en el Parque Genovés. Un regalo para el visitante, un pulmón para la ciudad.

Si se quiere recorrer el parque de una manera diferente, sólo hay que apuntarse a una de las visitas teatralizadas que organiza el Ayuntamiento todos los martes.