Acabó la navidad... con carbón
CALLE PORVERA Se acabaron las fiestas. Qué largas se me hacen, la verdad, sobre todo tras esas tres etapas que me gusta definir como la prenavidad, la Navidad y la posnavidad. La primera es la que más dura, porque si bien todavía no han comenzado oficialmente las fiestas, las zambombas proliferan a lo largo y ancho de Jerez, por cierto, cada vez con mayor antelación.
Actualizado: GuardarY luego, tras la Navidad propiamente dicha y el fin de año, le toca el turno a la resaca de las fiestas, que se alarga hasta el día 6 de enero. Es la que más me gustaba de niño, claro, pero tengo que reconocer muy a mi pesar que los tiempos han cambiado y el sábado no me acosté temprano, como antaño, temblando bajo las sábanas (siempre me han dado un poco de miedo Sus Majestades, al fin y al cabo son intrusos allanando mi morada) para que no me pillaran despierto. Cómo iba a conciliar el sueño, con tanta presión y esperando escuchar las pisadas de tres desconocidos en el salón. Pero aquellos zapatos llenos de caramelos por la mañana, los regalos... Qué maravilla. Merecía la pena.
Por cierto, si ésta vez me los llego a cruzar en el hall, como se dice ahora, les hubiera preguntado si tan mal nos hemos portado los jerezanos el año pasado como para que nos hayan traído esas cifras negras, como carbón, de los 18.485 parados.
Esperemos que para el próximo 6 de enero sean más condescendientes. Y, puestos a pedir regalos, los adultos nos decantamos por la bajada de las hipotecas, de la cesta de la compra y del carro de la vida en general, del desempleo, etcétera, etcétera. No más carbón, por favor.