Cáritas alcanzará la cifra «histórica» de casi mil familias atendidas esta Navidad

Difícil sentar la dignidad a la mesa cuando el resto del año no hay ni trabajo, ni ingresos, ni forma de pagar las facturas. Imposible parece celebrar una Navidad con alegría cuando los recursos familiares son tan limitados que la exclusión social y la pobreza son realidades demasiado ligadas a estas familias. Esa es la realidad a la que se enfrentan miles de chiclaneros estas fiestas que se acercan. En Cáritas Arciprestal de Chiclana lo saben bien. Tanto que este año, lejos de descender el número de familias atendidas, ha aumentado. Así las cosas, serán casi mil las unidades familiares que en la institución esperan atender. Lo confirma Francisco Rodríguez, director arciprestal, que matiza que «las cifras no paran de aumentar así que nos encontramos en el número más alto de familias atendidas en Chiclana».

Así, el año pasado «se llegó a las 900». «Este 2014 creemos que es posible que rocemos las 1.000», reconoce Rodríguez. Con esa previsión están trabajando en la institución que coordina las siete parroquias de la ciudad para el reparto de cestas navideñas. Una entrega que ya se está realizando esta misma semana en cada una de las parroquias y que incluye productos no perecederos y otros especiales para estos días como puede ser pollo.

Todo ello en una asistencia que no para de crecer desde el inicio de la crisis. «Antes de ella en la parroquia de San Antonio se atendía a 25 familias y ahora mismo se reparten alimentos a 250», explica el responsable de Cáritas. Igualmente, Rodríguez recuerda como «antes no se daba alimentos sino que se entregan cheques de dinero que se podían canjear por comida, ahora eso es impensable».

Rodríguez remarca que las cestas de Navidad que se reparten en estos días se entregan a las mismas unidades familiares que se atienden a lo largo de todo el año. «Porque no solo necesitan atención ahora, para nosotros es Navidad todo el año», explica el responsable. Y sino que se lo digan al centenar de voluntarios que se encargan de preparar los lotes de alimentos que se dan periódicamente en las siete parroquias parroquias y que se ultiman en estos días para su entrega.

La comida que se reparte en esta semana es la que se recogió en la campaña de Navidad. Una iniciativa que este año «ha estado muy floja». Así las cosas, desde Cáritas han tenido que recurrir a sus propios fondos para poder completar las distintas cestas ante una campaña realizada en colegios que ha dado un resultado menor que en años anteriores. «Si no se recogen suficientes alimentos se compran para poder completar el reparto», reconoce Francisco Rodríguez.

Todo ello para llegar a unas familias que cada muestran una situación económica más deteriorada. «Su situación no mejora. Andalucía está a la cabeza de la pobreza en España y la provincia de Cádiz también», matiza el voluntario. Ante esta situación, los voluntarios de Cáritas se enfrentan semanalmente a la atención de personas que «ya no tienen ningún tipo de ingreso en casa, no tienen nada».

Rodríguez ejemplifica un perfil concreto y en aumento en Chiclana. Es el caso de padres parados que tienen en casa a hijos mayores y también sin empleo. «En esos casos ya no les queda nada, viven de medidas de auxilio como las nuestras o subsidios mínimos, cuando tienen derecho a ellos». En situaciones como esas se une el riesgo de que dichas familias entren en la pobreza y la exclusión social. «Están al límite de todo, no pueden hacer frente al pago de nada ni de su manutención», reconoce el responsable de Cáritas.

Frente a ello, desde la institución ha aumentado la cantidad de donaciones económicas a chiclaneros. Dichos importes se destinan al pago de facturas de luz, alquileres, hipotecas o medicamentos. «En este año hemos triplicado este tipo de ayudas», explica Rodríguez. Algo que ha sido posible gracias a que «el chiclanero es solidario y eso que los recursos son limitados porque quien más o quien menos tiene algún familiar necesitado al que ayudar». Pese a ello, es gracias a las colectas realizadas en las distintas parroquias como se ha podido aumentar este tipo de ayudas y sostener la entrega de alimentos. Una mano tendida para casi mil familias que engloban una media de 4.000 chiclaneros que sufren necesidades.