Economía mantiene la previsión de crecimiento en el 1,4% del PIB

Andalucía mantiene su previsión de crecimiento para 2014 en el 1,4%, con una horquilla de entre el 1,3% y el 1,5%, a pesar del miedo a la tercera recesión que asoma por Europa. No obstante, reclama un cambio de las políticas de austeridad para incentivar la actividad y el empleo.

Entre el mal pronóstico de Draghi, el presidente del Banco Central Europeo, y Rajoy y sus «raíces vigorosas» de la recuperación, el consejero de Economía, José Sánchez Maldonado, se queda con la lectura del alto financiero italiano, pero le reclama un cambio en el rigor monetario, a la vez que insta al Gobierno central a aumentar la inversión pública para favorecer la actividad.

Sánchez Maldonado presidió ayer la presentación del informe del Consejo Económico y Social de Andalucía (CES) sobre a situación sociolaboral de la comunidad y mostró un moderado optimismo respecto a la evolución de los indicadores, con un crecimiento interanual del 1,1%, «mejor que el resto de las comunidades y la media nacional», pero advirtió que «hay que gastar cuidado con los datos», porque aunque parece que ha acabado la tendencia de aumento del desempleo, con una cifra de paro registrado de 1.016.000 personas, ha descendido el número de horas trabajadas.

El consejero reclamó al Gobierno central que aplique medidas de incentivación de la economía, como ha hecho el BCE, y a la vez insistió en la necesidad de flexibilizar la consolidación fiscal, de modo que Andalucía pueda cumplir el déficit cero después de lo que el Consejo de Política Fiscal y Financiera ha previsto, en 2017, puesto que Europa da un margen más amplio, hasta 2020.

Desigualdad

Sánchez Maldonado advirtió que lo peor de la crisis no es solo el paro sino el aumento de la brecha de la desigualdad, «y la historia económica demuestra que los países que más crecen son los más igualitarios».

El informe del CES, un organismo definido por su presidente, Ángel Gallego, como «órgano consultivo para enriquecer al Gobierno con nuestras reflexiones y ofrecer a la ciudadanía una visión conjunta de los agentes sociales», se centra en 2013, un año importante porque fue «de transición» hacia el fin de la crisis, dijo Manuel Ángel Martín, director del estudio, y que será «clave» si se consolida la recuperación.

Con una caída del PIB del 1,3%, sobre el 1,7% del año anterior, la depresión de la economía andaluza fue más profunda que en el entorno, lo que hizo que la convergencia con Europa, que había avanzado en 2008, se siguiera distanciando.

El estudio refleja datos negativos en casi todos los sectores, salvo las exportaciones, con una caída del consumo privado de los hogares del 2,2%, y de la administración pública, el 1,9%. Llama la atención que se acentuó la falta de tejido empresarial, con una caída del 2,2% en la creación de empresas. El 52,3% de las existentes no tienen asalariados. Por sectores, sólo la agricultura se comportó bien, con un crecimiento del 8%, mientras la industria cayó un 5,2, sobre un -1% en 2012) y la construcción un 5,9, menos que el año anterior, que fue del -9%. El informe retrata con toda crudeza la situación del mercado laboral andaluz en 2013 e indica que desde que comenzó la crisis se han perdido en Andalucía 605.575 empleos. La inestabilidad y la precariedad agravan la situación.

El CES añade este año a su trabajo un estudio específico sobre el paro juvenil, en el que concluye que la cualificación no se traduce en empleabilidad y que muchos menores han de aceptar empleos por debajo de su preparación. Martín dijo que todos los segmentos de edad tienen problemas, pero en los jóvenes se acrecienta su relevancia «porque representan el futuro».