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Merkel declara la guerra al Estado Islámico en Alemania

BERLÍN. Actualizado: Guardar
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Alemania ha declarado su guerra particular al Estado Islámico. Ante el creciente número de yihadistas que parten desde el país germano para sumarse a los islamistas en Siria e Irak y, más preocupante aún, de aquellos que retornan con experiencia en los campos de batalla, el Gobierno de Berlín decidió ayer prohibir toda actividad relacionada con el Estado Islámico en su territorio. Desde manifestarse, mostrar públicamente sus emblemas y enseñas como la característica bandera negra y recaudar fondos, a todo tipo de propaganda en medios sociales como Facebook. «El Estados Islámico es una amenaza, también para la seguridad pública en Alemania», dijo el ministro federal de Interior, Thomas de Maizière, al anunciar la prohibición «inmediata», que se hizo efectiva el jueves con su publicación en el boletín oficial de Alemania.

Se trata de «un paso importante en la lucha contra el terrorismo internacional», afirmó el ministro. «Aquí no hay lugar para una organización terrorista como el Estado Islámico», que recluta «deliberada y agresivamente adeptos también en lengua alemana», subrayó de Maizière, quien expresó su preocupación por los viajes de islamistas alemanes a Siria e Irak y reveló que un centenar de ellos han regresado a este país, muchos frustrados y otros con experiencia bélica. «Han aprendido a odiar y a matar», advirtió el titular de Interior, quien comentó que «no sabemos que es lo que están haciendo. Pero puede ser que lleven a cabo atentados aquí». Es necesario evitar que «traigan la yihad a nuestras ciudades», afirmó tajantemente. Sin embargo, la prohibición dictada por el Gobierno alemán no supone considerar, por ahora, al Estado Islámico una organización terrorista internacional, como es el caso de Al-Qaida. Ese paso sólo puede darlo un tribunal mediante una sentencia.

De Maizière destacó que ya se han observado actividades peligrosas en Alemania de activistas del EI. El pasado agosto un grupo de simpatizantes de los yihadistas atacó con armas blancas a varios yazidíes, minoría religiosa perseguida por los fundamentalistas en Irak, en Herford, en Renania del Norte Westfalia.