Editorial

Silencio en el tren

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La semana pasada entraron en servicio los primeros trenes AVE con coches silenciosos. En estos coches se desconecta la megafonía, los aparatos electrónicos no pueden sonar ni se permite el uso de móviles o chismes que alteren el silencio. Las luces se encienden al mínimo. Las conversaciones deben producirse sin elevar la voz. Tampoco se venden billetes para menores de catorce años.

A los pocos días estrené uno de estos coches desde Sevilla a Madrid. El jefe de tren pasó a comprobar varias veces que todo iba bien, e incluso mandó silenciar el móvil a una viajera que lo estaba utilizando. Cuando el tren alcanzó la alta velocidad, el sonido mitigado que se imponía era el de los motores, que habitualmente no se deja oír. El umbral de ruido aceptable era similar al de una sala de cine, donde la apertura de una bolsa de plástico rompía la paz por un instante.

Así, se rozó un recogimiento de oración; el objetivo del coche silencioso: "Silencio para pensar, para crear", un lema feliz propuesto por el proyecto Mute de la Fundación Telefónica en colaboración con Renfe, que también puede extenderse a la práctica de la relajación y del sueño.

Se trata, además, de un servicio mucho más barato que el billete en clase preferente. No obstante, la iniciativa es razonable como punto de partida, pero ¿por qué dedicar al silencio un solo coche del tren y no al contrario, habilitando sólo un coche donde se puedan dar voces, hacer sonar los mensajes telefónicos, o hablar desde el propio asiento sin salir a la plataforma; es decir, lo que ahora pasa por normal? El jaleo se reservaría para un solo coche y para coches de familias con niños, mientras en los demás reinaría un silencio fruto del respeto a los viajeros.

Tenemos precedentes: desde aquellos años 80 en los que cualquiera podía fumar sin medida donde le pareciera, se pasó a permitir el humo sólo en un coche y en la cafetería, hasta que pasado un tiempo, terminó prohibiéndose para todo el tren. ¿Por qué no hacer lo mismo con esta tensión entre ruido y silencio? Quizá a muchos les parezca que no estamos preparados. Mientras tanto, viajaremos resignados cuando no consigamos la plaza en el coche silencioso.