Expertos noruegos señalan el área donde un buque de este país busca los restos del avión. :: AFP
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El avión se busca ahora en Australia

El hallazgo en el sur del Índico de dos objetos flotantes sospechosos de pertenecer al aparato desaparecido aviva la teoría del accidente

SHANGHÁI. Actualizado: Guardar
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Para un ojo inexperto, lo que aparece en las borrosas fotografías son sólo unos puntos blancos en un océano muy oscuro, casi negro. Sin embargo, los investigadores australianos que han escudriñado a fondo las imágenes creen que esas manchas pueden ser restos del Boeing 777-200ER que desapareció hace 13 días. De hecho, incluso han calculado que el objeto más grande mide 24 metros de largo, un tamaño considerable y consistente con el del avión de Malaysia Airlines, y confirman que la ubicación de estos objetos flotantes, entre los que destacan dos, concuerda con el rumbo que el aparato pudo tomar siguiendo el corredor aéreo hacia el sur del océano Índico.

Por todo ello, tanto las autoridades de Australia como las de Malasia afirman que se trata de una «pista creíble». De hecho, John Young, director general de la Autoridad de Seguridad Marítima de Australia, aseguró ayer que las fotografías tomadas por el satélite son el mejor indicio con el que se cuenta en este momento. «Pero todavía hay que ir hasta allí, encontrar los objetos, identificarlos, y decidir si tienen importancia». De momento, la mala visibilidad en la zona impidió ayer que los medios aéreos empleados, entre los que se encuentra un avión espía P-8 de Estados Unidos, encontrasen algo. «Es una operación que puede llevar días, porque los objetos se mueven, podrían hundirse, y el Océano tiene en este punto varios miles de metros de profundidad», apuntó Young.

Nuevo mazazo

La noticia, lógicamente, fue un nuevo mazazo para los familiares de las 239 personas que volaban a bordo del Boeing 777. Muchos todavía albergan la posibilidad de que el avión fuese secuestrado y haya aterrizado en alguna parte con su pasaje sano y salvo. «Sólo esperamos que pronto se confirme que esos objetos son cualquier otra cosa, como un contenedor que haya caído de un carguero», dijo uno de los allegados.

No obstante, la mayoría de los analistas que estos días especulan con todo tipo de teorías sobre lo que pudo suceder a bordo sostienen que lo más probable es que el avión agotase su combustible y se estrellase contra el mar. No obstante, sin haber encontrado todavía rastro confirmado del mismo, todo es posible. «Esperamos que Australia envíe rápidamente todos los medios a su alcance a la zona para identificar los objetos», apremió ayer el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Hong Lei, en la esperanza de que el misterio se resuelva.

En cualquier caso, incluso si se confirma que los restos pertenecen al vuelo MH370, sólo se habrá encontrado una pieza de un gran puzle. El auténtico reto es dar con las cajas negras que grabaron lo sucedido en el vuelo. Sin ellas, será imposible dilucidar si la desaparición se debió a un secuestro, al suicidio de uno de los pilotos o algún tipo de fallo técnico, como un incendio, que obligó a inhabilitar los sistemas a bordo. «De momento sólo podemos esperar», sentencio Young.