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El plan de Navantia para salir a flote reduce las subcontratas y unifica las factorías

La nueva hoja de ruta para salvar la compañía pretende ahorrar cien millones de euros en cuatro años y poder competir con Asia

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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La plantilla de Navantia tendrá que asumir más competencias en los próximos cuatro años para evitar con ello la subcontratación de algunos procesos de producción. La dirección de la empresa presentó ayer al Comité Intercentros, donde están representados los 5.500 trabajadores de los astilleros, las líneas generales del denominado Plan Estratégico 2014-2018, que persigue, por un lado, reducir costes y, por otro, contrarrestar la asfixiante competencia del mercado asiático. El documento no prevé, por ahora, ni despidos ni cierre de factorías y se marca como objetivo la reducción de cien millones de euros en costes durante los próximos cuatro años.

Este texto se ha elaborado en un escenario muy distinto al actual. Es decir, Navantia ha fijado una hoja de ruta a seguir en caso de que exista carga de trabajo a corto o medio plazo y, para ello, ha puesto las bases de cómo se tiene que trabajar a partir de entonces. La dirección de la compañía cambia, por tanto, la filosofía y el espíritu que ha imperado en Navantia durante la última década. Así, unifica todas las factorías para optimizar de esta forma los recursos, (todas las plantas pueden hacer de todo) reduce gastos superfluos en materia de compras y evita a toda costa la subcontratación de algunos trabajos.

El presidente de la empresa, José Manuel Revuelta, argumentó ayer que para afrontar este reto es necesario «acometer transformaciones para redimensionar la compañía». Estas son las principales líneas que Revuelta expuso a los representantes de los trabajadores de los astilleros públicos en una reunión celebrada en Madrid para exponerles el llamado «Documento de Trabajo para el futuro de Navantia 2014-2018».

El presidente del Comité Intercentros, José Antonio Oliva, detalló que esa es la denominación que ha pasado a tener lo que hasta ahora se había denominado «Plan Estratégico 2014-18 de Navantia». El citado documento se elevará mañana a su consejo de administración. Distintas fuentes consultadas por LA VOZ sostienen que la empresa guarda un Plan B en caso de emergencia. Si los ansiados contratos no llegan a lo largo del próximo año, la dirección de la compañía tendrá que cambiar el rumbo de su hoja de ruta para taponar la hemorragia de pérdidas. En estos momentos, Navantia tiene un agujero superior a los 350 millones de euros, que obligará a su consejo de administración a tomar medidas económicas en los próximos días. En estos momentos, tanto las plantas de gallegas como las gaditanas se encuentran paralizadas por falta de carga de trabajo.

Según una portavoz de los astilleros públicos, el documento afirma «que Navantia tiene futuro, aunque debe acometer transformaciones para ser más competitiva». En el informe se dice «explícitamente» que el objetivo es «lograr esas transformaciones sin necesidad de redimensionar la compañía», por lo que «la base del documento sobre el futuro de Navantia es el mantenimiento de todos los centros de producción y el mantenimiento del nivel de empleo».

En una exposición de más de dos horas sobre este documento, el presidente de Navantia informó a los representantes sindicales de un plan de medidas internas con las que la compañía pública pretende ahorrar cien millones de euros el próximo año.

Mejora en la gestión de compras

Entre ellas están una mejora en la gestión de las compras, la estandarización de la ingeniería de las distintas plantas, y una transformación del marco laboral para fomentar la productividad y la flexibilidad. El documento de trabajo prevé que la compañía «potencie al máximo» su proyección en las áreas de negocio como la construcción, las reparaciones y los sistemas de apoyo al ciclo de vida de los buques, tanto en el área civil como militar.

Para los sindicatos, este plan, que abarca el futuro de la compañía «a medio plazo» y «se basaría en el mantenimiento de todos los centros y de todo el empleo tal y como lo conocemos» es «irreal» en el «escenario actual», sin carga de trabajo «a corto plazo», según José Antonio Oliva. En su opinión, «cualquier tipo de plan, externo o interno, necesita carga de trabajo a corto plazo; sin ella, no vale de nada, es para tirarlo a la basura», destacó el presidente del Comité Intercentros.

El presidente de Navantia aseguró de nuevo a los representantes sindicales que «se sigue trabajando» por conseguir el contrato para construir los cuatro gaseros de Gas Natural, que las navieras dicen haber adjudicado ya a astilleros asiáticos, y el de los floteles, y avanzó que además hay otros contratos «alcanzables» y «muy cercanos en el tiempo» en el ámbito militar de Turquía, Australia y Catar.

Los representantes sindicales dicen que, tal y como esperaban, la dirección no ha presentado un documento «dramático», pero sí uno «poco creíble».