«En dos semanas, Mas deberá elegir entre la consulta con Esquerra o el diálogo con Rajoy»

Hace más de cinco años Alicia Sánchez-Camacho tomó las riendas del PP catalán, cogió el partido con 14 diputados en Cataluña y ahora tiene 19. Una carrera ascendente que ha frenado, aunque ella lo niegue, el 'caso Método 3'. Hace poco ha levantado ampollas en el PP por plantear una financiación singular para Cataluña.

-¿Se ha sentido incomprendida en su partido tras presentar una propuesta de financiación singular para Cataluña?

-No, pero no nos explicamos bien. El término singular hizo que se entendiera como exclusivo, y no es así.

-Desde algún sector del PP se interpretó que abría la puerta a privilegios a Cataluña para contrarrestar el plan soberanista de Mas.

-Esa interpretación fue errónea. El PPC no plantea ni privilegio ni discriminación positiva ni ningún beneficio para Cataluña.

-Si limita la solidaridad de Cataluña, ¿cómo afectará a los recursos de las demás autonomías?

-No se trata de limitar la solidaridad, sino de modernizar el sistema. Con esa modernización conseguiremos que la solidaridad catalana no sea ilimitada y el dinero no se pierda en subsidios, el PER o en prestaciones y se asegure que va dirigido a la recuperación de las autonomías.

-¿Va a hacer Rajoy alguna propuesta concreta a Mas?

-Está dispuesto a mantener un diálogo fluido y sincero. Pero creo que Mas utiliza el diálogo con Rajoy para ganar tiempo para celebrar una consulta ilegal.

-¿No cree que la Generalitat trata de lanzar señales de que puede haber puntos de encuentro?

-Ojalá. Siempre he creído en el diálogo, pero es cosa de dos y tiene como requisito la lealtad institucional. Mas debería romper con ERC, abandonar la consulta que sabe que no se va a hacer y decir la verdad a los catalanes. Es el único camino.

-¿Ve recorrido a los últimos movimientos que se han producido a cinco bandas (la Moncloa, Generalitat, CiU, PP y PSOE)?

-Son más tacticistas que movimientos reales. La única solución pasa por la rectificación de CiU y la recuperación del sentido común.

-Usted sabe que las rectificaciones en política no son fáciles...

-Mas debería pensar en la convivencia de millones de catalanes a los que nos lleva a una fractura gravísima y no sé si irreparable. Se está fomentando un odio, una enemistad, un distanciamiento entre catalanes que va a ser difícil de recuperar.

-¿Cuál es su diagnóstico respecto al aumento del sentimiento soberanista? ¿Acepta que es un hecho?

-Sí, pero no es de carácter ideológico. Ha crecido el apoyo a un independentismo de tipo economicista, basado en el agravio económico que ha calado de manera mayoritaria.

-¿Están negociando Rajoy y Mas?

-Como mucho hablan. A Mas se le pide que reconduzca su situación a un cauce legal. Sería una deslealtad y la consumación de un desafío muy grave que Mas aprobara una pregunta sobre la consulta en la que plantee si se quiere ir de España. Sería un punto de inflexión que impediría la negociación.

-La pregunta y la fecha la sabremos en breve.

-En dos semanas, Mas deberá elegir entre la pregunta con ERC o el diálogo con Rajoy, el sentido común y las leyes. Las dos cosas no podrá combinar.

-¿Impugnará, por tanto, el Gobierno la pregunta de la consulta, aunque no lleve un enunciado explícitamente independentista?

-Rajoy no va a autorizar ninguna consulta sobre la soberanía nacional. Ninguna. Porque es ilegal.

-Hasta en CiU reconocen que la consulta no podrá celebrarse.

-Eso ya lo dije hace un año. Estoy convencida. Primero, porque Mas no puede convocar una consulta ilegal y segundo, porque sabe que si no es legal no la van a aceptar en la UE.

-¿Luego, las plebiscitarias?

-Legalmente son autonómicas. Si CiU quiere llevar un planteamiento independentista, ERC ya lo ha hecho, pero si del resultado de las elecciones Mas pretende llevar a la UE un mensaje de que Cataluña se ha posicionado sobre la independencia, tampoco se lo van a aceptar.

-¿Serán las plebiscitarias la antesala de la declaración unilateral de independencia?

-Sí, lo advertimos desde hace tiempo. Ese es el camino que ha emprendido Mas.

-Llegados a ese punto, ¿qué hará el Gobierno?

-No lo vamos a permitir. Garantizaremos la unidad de España. Mas ha perdido la moderación. Ojalá tuviera un plan B para abandonar la independencia. Pero no lo tiene. Le pediría que diseñe un plan B y que no vaya al precipicio.