Economia

El Gobierno ataca la burbuja del fútbol

El Consejo Superior de Deportes avisa de que «la competición está tocada de muerte» si no se ataja la deuda de los clubes El pasivo de los equipos baja un 8,2% tras el acuerdo con la Liga para poner coto a algunos fichajes

MADRID. Actualizado: Guardar
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El fútbol levanta pasiones, pero sobre todo mueve mucho, muchísimo dinero. Derechos de televisión, fichajes multimillonarios, contratos de publicidad e ingresos por 'merchandising' hacen que los aficionados perciban el deporte rey como una poderosa máquina de generar recursos en la que las cantidades nunca son demasiado altas. Una imagen engañosa que oculta una realidad plagada de números rojos, impagos y concursos de acreedores.

El último Balance de la Situación Económico-Financiera del Fútbol 1999-2012, realizado por el Consejo Superior de Deportes (CSD), es concluyente: «En ningún momento del período la competición ha conseguido dar beneficios por su actividad ordinaria». ¿Es entonces el fútbol español una burbuja comparable a la que ha explotado en sectores como el inmobiliario? Desde el CSD la respuesta es un sí rotundo. Un alto responsable de ese organismo gubernamental va más allá y afirma que con los niveles actuales de deuda que arrastran los equipos «la competición está tocada de muerte». De ahí que el Gobierno haya decidido intervenir al objeto de corregir una deriva que conduce al estallido de la otrora conocida como 'Liga de las Estrellas'.

El CSD no pone en duda el altísimo nivel deportivo del fútbol español. Se limita a resaltar que «la fragilidad desde el punto de vista económico es tremenda». «Tenemos datos muy preocupantes de desequilibrio presupuestario, la mitad de la competición está en suspensión de pagos y si no hacemos algo por cambiar esa tendencia el siguiente paso será la liquidación de los clubes», alertan las fuentes consultadas.

La crítica situación se refleja en la evolución de la deuda. Sólo en la Primera División ha aumentado un 257%, desde 1.100 millones en 1999 hasta 3.300 en 2012. En paralelo, la carga financiera (los intereses) ha subido un 168%, especialmente a partir de la temporada 2006/2007. Los gastos ordinarios de la competición se han incrementado un 115% en el período analizado. Y, pese a que los ingresos ordinarios -es decir, excluidas ventas de jugadores y operaciones inmobiliarias- han marcado un aumento aún mayor (de 694 millones en 1999/2000 han pasado a 1.898 millones en 2011/2012), el CSD detecta que «ese mayor ritmo de generación de ingresos nunca ha conseguido equilibrar la cuenta de resultados ordinaria de los clubes».

Los datos del informe hablan por sí mismos: en 1999/2000 los equipos ingresaban por taquilla y abonados 186,8 millones de euros, y en 2011/2012 esa cantidad se había disparado a 570,3 millones. Los derechos de televisión -el 35% de sus recursos y su principal fuente de ingresos- generaban a principios de la década 192 millones pero desde entonces no han dejado de aumentar, la temporada pasada fueron 676 millones. Los incrementos más relevantes de esa partida se produjeron en 2003/2004 y 2006/2007, en coincidencia con la firma de megacontratos con operadores audiovisuales para la retransmisión de partidos. También los ingresos por publicidad y esponsorización (81 millones en 1999/2000) se disparan a partir de 2003/2004, hasta sumar la temporada pasada 410,8 millones.

El mal de los fichajes

En ese contexto de brutal aumento de ingresos, que codiciarían las empresas de cualquier otro sector, ¿cómo es posible que la deuda haya llegado a 3.300 millones? El CSD culpa a los fichajes desorbitados, a «la inflación en los sueldos de los jugadores» y a «una gestión por parte de los clubes muy poco racional». «Los mayores ingresos por televisión no sirven para sanear la situación sino que la agravan, porque en vez de utilizarse de forma más moderada los fondos, se disparan los gastos», explican desde el organismo público. Hoy los sueldos de la plantilla y las amortizaciones se llevan el 70% del presupuesto de gastos.

Para frenar esa deriva, el CSD llegó a un acuerdo con la Liga en abril de 2012 que busca limitar el gasto en las plantillas en función de los ingresos. El resultado fue un sistema que ya se está aplicando y que pone coto a los fichajes en función del presupuesto que los equipos elaboran al principio de la temporada. Si el coste de una operación eleva el gasto por encima del porcentaje que le ha sido permitido al club, la Liga desautoriza la operación y niega la licencia al jugador. Ocurrió con el fichaje de Alex Geijo por el Deportivo de la Coruña, club en concurso de acreedores igual que otros 16 de Primera y Segunda.

De momento, la estrategia parece dar resultados. La deuda global del fútbol bajó en 2011/2012 un 8,2% (un 7% la deuda a corto plazo y un 10% la deuda a largo plazo). El objetivo (optimista) del CSD es rebajarla a 2.000 millones de euros en 2016.