Mas «escuchará» las ofertas de Rajoy, pero su «prioridad» es el referéndum

Casi dos semanas después de la reunión secreta entre Mariano Rajoy y Artur Mas, que abrió un nuevo periodo de diálogo entre ambas administraciones, el Gobierno catalán puso ayer todas sus energías en transmitir que no ha dado un giro a su política soberanista y que, por tanto, el proceso de transición nacional que ha emprendido de la mano de Esquerra Republicana no tiene vuelta atrás.

No solo eso, a pesar de la coyuntura económica y de la precaria situación de las cuentas de la Generalitat, que solo en abril tiene que afrontar vencimientos de deuda por valor de más de 4.000 millones, la celebración del referéndum sigue siendo el objetivo número uno del Ejecutivo de Mas para esta legislatura.

«Nuestra prioridad es organizar una consulta sobre el futuro del país», respondió el portavoz del Ejecutivo catalán, Francesc Homs, a todos los que en los últimos días se han abonado a la teoría de que la Generalitat aparcará el referéndum soberanista a cambio de una reforma del sistema de financiación. «Sería casi una traición al mandato del Parlament», añadió Homs.

El portavoz negó además que Rajoy pusiera sobre la mesa un nuevo modelo de financiación en su cita con Mas. Tanto la Generalitat como Esquerra no dan credibilidad a las ofertas que se han filtrado desde el Gobierno central, como la que hizo el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, que plantea ceder la gestión del 100% del IRPF a las autonomías. Pero el Gobierno catalán, por si acaso, dejó una puerta abierta a la negociación. «No cambiaremos el derecho a decidir por una promesa vaga sobre financiación», pero «si quieren hacer propuestas, las escucharemos», remató Homs.

Mas comparecerá hoy en el Parlamento para dar cuenta de la reunión con Rajoy y hacer balance de sus primeros cien días al frente de su segundo gobierno.