Economia

La falta de crédito frena a las franquicias

La dificultad para conseguir financiación fuerza a las enseñas a abrir establecimientos propios en detrimento de los franquiciados El sector creció en 2012 tanto en marcas como establecimientos y aumentó su volumen de negocio

MADRID. Actualizado: Guardar
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El autoempleo es el camino natural de los espíritus emprendedores, pero de un tiempo a esta parte se ha convertido además en el último refugio de muchas personas en busca de un trabajo por cuenta ajena que nunca llega. Entre las posibilidades de negocio que el mercado brinda está el de las franquicias, un modelo que, mal que bien, resiste los embates de la crisis. El pasado año, en un contexto de dramática destrucción de empresas y puestos de trabajo, las franquicias crecieron tanto en número de marcas como en cantidad de establecimientos y volumen de negocio, según un estudio de mundoFranquicia, consultora especializada en asesorar a este tipo de empresas.

El modelo, que no empezó a popularizarse en España hasta principios de la década de los 90, basa su fuerza en las facilidades que ofrece al emprendedor a la hora de poner en marcha un negocio. Además de la concesión de explotación durante un determinado periodo de tiempo y para un espacio territorial definido, el franquiciado recibe formación a cargo del dueño, amén de aprovechar la imagen de marca del producto. A cambio, deberá pagar un canon que retribuya tanto la cesión de la marca como del conocimiento y la formación.

El problema con que se encuentran muchos de estos inversores es la dificultad para financiarse. Como media, la apertura de un establecimiento franquiciado requiere una inversión de 68.895 euros, según el informe de mundoFranquicia. Buena parte de las casi 900 enseñas que operan en España (el 37%) necesitaron el pasado año un desembolso de hasta 30.000 euros por parte del emprendedor, mientras que el 23% requería una cifra tope de 60.000. Y un 4%, al menos 200.000 euros. Para facilitar la captación de nuevos inversores, los franquiciadores optan por eliminar -o al menos reducir- el derecho de entrada, una especie de pago por acceso a la cadena. En tiempos de crisis, es una de las primeras medidas que las franquicias aplican para no frenar su crecimiento. El pasado año, un 82% de las enseñas requirieron un derecho de entrada inferior a 18.000 euros o simplemente no lo pidieron. Solo el 3,9% exigían más de 30.000 euros.

«A pesar de que cada vez hay más solicitudes por parte de gente que se ha quedado en el paro y que quiere rentabilizar la indemnización que ha recibido o buscar una salida laboral mediante el autoempleo, en los dos últimos años está costando más abrir franquicias debido a esa falta de financiación», asegura Francisco Javier Pelayo, socio fundador de T4 Franquicias, consultora especializada en ese sistema de negocio.

El apoyo de una marca

Leticia Muñoz lo sabe de primera mano, aunque puede decirse que ella es una afortunada. Tuvo que tocar muchas puertas, pero finalmente pudo conseguir crédito para entrar en el mundo de la franquicia de la mano de Carlin, cadena dedicada a la venta de papelería y material de oficina. «Mientras terminaba mis estudios de Administración de Empresas unos conocidos me introdujeron en el mundo de la franquicia. A partir de ahí me fui informando, asitiendo a ferias.... y me decidí a formar parte de una como solución de autoempleo», cuenta Muñoz.

En diciembre de 2011 inauguró su primer establecimiento en Madrid, y hace menos de un mes que regenta otro en Pozuelo. «Pese a que cuesta mucho encontrar financiación, el tener detrás una marca consolidada siempre te ayuda. Además, el sistema tiene la ventaja de que los franquiciadores te suelen ayudar en muchos aspectos. Por ejemplo, a la hora de encontrar un local en el que poner el negocio», explica.

Según los datos de mundoFranquicia correspondientes a 2012, en España había 899 cadenas consolidadas -un 1,4% más que en 2011- que contaban con 60.555 establecimientos. El volumen de negocio del sector se incrementó un 2,9%, mientras que la facturación media por enseña fue de 20,19 milloes de euros, un 1,5% más que en el año anterior.

Aproximadamente el 77%de los establecimientos eran franquiciados, mientras que el resto correspondía a negocios propiedad de las centrales. «Una tendencia que observamos es que, ante la dificultad de captar inversores por la falta de crédito, las franquicias que desean crecer no tienen más remedio que abrir locales, pero de gestión propia. Es algo contrario a la naturaleza de este negocio, pero es así», sostiene Eduardo Abadía, gerente de la Asociación Española de Franquiciadores.