La reina Fabiola cede a la presión y contribuirá a Hacienda como todos los belgas

Fabiola se reconcilia con el fisco belga tras dos semanas de tensión y fuertes críticas. La reina, viuda de Balduino I desde hace dos décadas, anunció ayer que disolverá una controvertida fundación creada recientemente para escapar de la Hacienda federal. Concebida como una pantalla legal, la entidad le permitía evitar un tajo de hasta el 70% en su herencia. La soberana volvió a insistir en que recurrió a la argucia fiscal para optimizar exclusivamente los bienes legados por su familia. Pese a las explicaciones, se temía que parte del dinero público recibido -27 millones- fuera a parar al organismo privado.

Después de las Navidades, el diario 'La Capitale' difundió los documentos que formalizaban la puesta en marcha de la fundación Fons Pereos. Ideada para difundir el reinado de Balduino, la entidad también reservaba un apartado para los familiares biológicos del matrimonio. Los allegados directos podrían recibir respaldo económico en caso de necesidad. La intención puede parecer inofensiva, pero permite esquivar el impuesto de sucesiones. Al no tener hijos, la Hacienda federal puede reclamar un 70% de la herencia de Fabiola.

La clase política belga reaccionó con un profundo malestar a los planes de la reina. Algunos líderes le acusaron incluso de querer «evadir dinero al extranjero», porque también cuenta con otra fundación creada en España. Ante este clima, el Gobierno liderado por el socialista Elio di Rupo optó por acelerar la revisión de las dotaciones que reciben los miembros de la familia real.