Sindicatos y empresarios hacen lecturas contradictorias

A juzgar por las reacciones de ayer, al finalizar la huelga general, solo hay dos formas de valorar este paro: o ha sido todo un éxito, si hablan los organizadores, o un rotundo fracaso, si se escucha a los empresarios. Pero esta lectura sería muy pobre, hay que atender a los matices de las declaraciones para descubrir otros puntos de vista. El secretario general de CC OO Cádiz, Manuel Ruiz, explicó ayer durante la marcha de la manifestación por las calles de la capital gaditana que esta convocatoria ha sido todo un éxito. «Tanta ciudadanía en la calle es un mensaje claro al Gobierno. Están llevando a un callejón sin salida a los ciudadanos. Les pedimos que cambien las políticas que están generando más desempleo, más crisis». Para Ruiz, la alta participación (que su sindicato data en algo más del 80% de seguimiento) supone un respaldo para organizar más manifestaciones de este tipo: «Desgraciadamente habrá más huelgas generales, si el Gobierno no rectifica su postura».

El responsable de CC OO en Cádiz también quiso explicar ayer que los sindicatos no habían convocado un paro de este tipo cuando se aprobó la reforma laboral «porque nosotros tenemos nuestras estrategias. Una huelga general tiene un coste muy elevado para el país y para cada trabajador y hay que medir muy bien los tiempos. Vamos cambiando las movilizaciones para no saturar».

Y respecto a la mala imagen que puede dar una Huelga General fuera de nuestras fronteras, el secretario general de UGT, Salvador Mera, (al igual que Ruiz) apuntó que «quien da mala imagen es el Gobierno generando más paro y más pobreza».

Por parte del sindicato CGT, Agustín Gómez, centró sus reflexiones al finalizar la huelga en las asignaturas pendientes en Cádiz. «Nosotros seguiremos trabajando con los colectivos gaditanos más necesitados, como Delphi, para que cumplan con lo que les prometieron; con los trabajadores de Sufi que se pusieron en huelga de hambre y a los que seguimos apoyando; y con los miles de parados que hay en Cádiz». Para trabajar con este amplio colectivo, que podría ya abandonar esta calificación, para tener una más genérica por numerosa, Gómez remitió a la Cumbre Social, un movimiento en el que se están aglutinando sindicatos, parte del Movimiento 15-M y otros colectivos, para proponer soluciones y organizar protestas. Hasta ahora se están reuniendo dos veces por semana y el secretario general de CC OO en Cádiz también apuntó a estas asambleas como el foro del que surgirán las próximas convocatorias.

En el lado contrario de la convocatoria, se encontró ayer la patronal gaditana. El vicepresidente de la CEC, Sánchez Rojas, calificó este paro como «una huelga política ya que se plantea contra las decisiones del Gobierno, produciendo un daño irreparable en la economía del país, además de en los empresarios, quienes son los principales perjudicados con esta huelga, especialmente con la crisis». Como ya dijo el empresario el día antes de la huelga: «Esto no es más que una bofetada al Gobierno en la cara de los empresarios». Ayer insistió en transmitir el mensaje de que, «en estos momentos, es más importante poner el foco de atención en el número de empresas que han cerrado a causa de esta grave crisis y trabajar unidos para frenar esta sangría, antes que en las firmas que han secundado la huelga».

La Confederación de Empresarios de Cádiz realiza en cada huelga un seguimiento entre todas las firmas asociadas de la provincia para tomar el pulso al seguimiento de la convocatoria y, sobre todo, para resolver dudas o situaciones complicadas que pudieran presentarse en estas jornadas. Según el sondeo que estuvieron haciendo ayer desde la sede de la CEC, la jornada de huelga general se ha desarrollado con normalidad y sin incidentes, tal y como deseó el día anterior a la huelga el vicepresidente de la patronal en Cádiz, Javier Sánchez Rojas, aunque lo cierto es que se esperaba que surgiera algún problema con los piquetes informativos como en la anterior convocatoria, en marzo de este año.

Según la CEC, la Huelga General ha tenido un seguimiento «incluso menor que en la última convocatoria, cuando un 20% de nuestros asociados la secundaron», explicaron fuentes de la organización empresarial. Este escaso seguimiento solo se rompió en sectores como

la industria, el transporte y el comercio, «en los que el seguimiento ha sido mayor debido a la actuación de los piquetes». La mayoría de las empresas, especialmente aquellas que están instaladas en los polígonos, «desarrollaron su actividad a puerta cerrada», según la patronal. La Confederación de Empresarios de la provincia, que ya realizó en su día un llamamiento a los sindicatos para que reflexionaran y reconsideraran esta convocatoria, reiteró ayer su compromiso para trabajar con los sindicatos y «así lograr soluciones que favorezcan el crecimiento económico, la creación de empleo y superar la grave crisis económica que estamos padeciendo».