Francisco Javier Guerrero, a la izquierda, charla con su abogado Fernando de Pablo durante la comisión. :: EFE
ANDALUCÍA | INVESTIGACIÓN ERE

Guerrero: «Todos conocían mi trabajo, nadie me pidió hacerlo de otra forma»

El principal encausado en los ERE afirma en el Parlamento que «hay muchos no imputados que pueden resolver las dudas»

SEVILL A. Actualizado: Guardar
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Francisco Javier Guerrero, ex director general de Trabajo de la Junta y principal imputado en la trama de los ERE irregulares, protagonizó ayer la segunda jornada de la comisión de investigación. El ex alto cargo, al igual quesus predecesores,se acogió a su derecho a no declarar, aunque sí utilizó su intervención inicial para señalar que «hay muchos no imputados que pueden resolver las dudas», dirigiéndose a los parlamentarios de la mesa.

Encarcelado desde marzo pasado por su presunta implicación en el caso, está imputado por sendos delitos continuados de prevaricación, malversación de caudales públicos y cohecho, así como por dos delitos de falsedad en documento oficial y un último delito de falsedad en documento mercantil.

Guerrero llegó al Parlamento en un furgón policial y sin esposar y tras departir relajadamente con su abogado, Fernando de Pablo, habló durante unos cinco minutos. Después de subrayar que era el único de los comparecientes que no acudía «por voluntad propia» a la comisión, en referencia a su situación en prisión preventiva, Guerrero delegó la responsabilidad de sus actos en los gobiernos de la Junta, sus servicios jurídicos, la Intervención General, los representantes de los empresarios y sindicatos, y finalmente los partidos políticos.

Guerrero añadió que durante los nueve años (desde 1999 a 2008) de su labor «todos y cada uno de ellos han tenido conocimiento de mi trabajo y nadie me dijo que realizara mis funciones de forma distinta». Para acabar su turno lanzó una frase: «Hay muchos imputados que pueden resolver las dudas. Suerte con ello».

Durante la fase de preguntas de los grupos, Guerrero escuchó con atención y sólo hizo una excepción para responder a Alba Doblas, cuando la diputada de IU se refirió a las declaraciones del exchófer Juan Francisco Trujillo en las que acusaba a Guerrero de gastar dinero público en fiestas y droga. «Me tengo por una persona jovial; ni he sido un putero, como alguien dijo, ni un drogadicto; me tomo las copas que me apetecen, cuando me apetece y donde quiero», aseguró con rotundidad.

Una de las novedades de esta comparecencia fue que el PSOE-A, «excepcionalmente» respecto a lo que ha venido siendo norma con otros comparecientes acogidos a su derecho a no declarar, sí formuló de forma oral tres de las 41 preguntas previstas: Si fue director general de Trabajo entre los años 1999 y 2008; si llamó fondo de reptiles a una partida para ayudas sociolaborales y si se ratificaba sus declaraciones ante el Juzgado. Guerrero no contestó a ninguna de la cuestiones.

Como tampoco lo hizo a las preguntas del PP-A. Fue el momento de la interpretación de los gestos. Teresa Ruiz Sillero interrogó a Guerrero sobre si se había reunido con el expresidente Manuel Chaves. Los populares interpretaron un gesto con la cabeza del compareciente. «Quiso contestar y decir que se había reunido con el señor Chaves y no terminó la frase porque el señor Ignacio García salió al quite», comentó posteriormente Ruiz Sillero en una rueda de prensa. El presidente de la comisión, por su parte, había instado a Guerrero a que declara sobre el tema y al no querer hacerlo no constó en el acta de la comisión nada sobre el asunto. «No me gustaría que malinterpretaran ningún gesto. No soy un palo», argumentó en su intervención final el exdirector general de Trabajo respecto a sus expresiones gestuales.

Antes de finalizar su comparecencia, Guerrero pidió un receso de cinco minutos para, junto a su abogado, preparar su intervención final. Además de referirse al asunto de los gestos, afirmó «no tener pacto de silencio» con nadie. «Nadie del Gobierno andaluz me habla ya», concluyó.