Los fuegos de Rafa Nadal

El tenis mira a Dubai, que esta semana acogerá a los mejores tenistas del planeta, los Djokovic, Federer, Murray y compañía. Rafael Nadal, en cambio, está en casa, descansando y entrenando, de evento promocional en evento promocional y de entrevista en entrevista debiendo salir al paso de varias polémicas en las que se está viendo envuelto. Porque parece que alguien se ha empeñado en las últimas semanas en ensuciar su nombre. Y ya se sabe, calumnia e injuria, que siempre algo queda.

Cuando parecía que todo el escándalo de los franceses y sus guiñoles había acabado, han sido los impuestos y Hacienda quienes han puesto al mejor tenista español de todos los tiempos en la picota. Y es que el presunto domicilio fiscal en el País Vasco y el pago del 1% de sus ingresos es lo que había llenado las páginas de periódicos. Según él, nada más lejos de la realidad. «Son muchos millones los que he pagado que es lo que tenía que hacer y lo he hecho. Es lo que me toca como ciudadano y lo he hecho». Ya se aclaró que el tenista se ha puesto al día abonando una importante cantidad porque fue mal aconsejado y no tributaba tanto como era obligatorio.

Una espléndida entrevista en 'Los Desayunos de TVE' con Ana Pastor ha servido para tratar temas que hacía tiempo debía tratar, porque por rumorearse se ha rumoreado hasta que cobraba un millón de euros por las entrevistas al final de cada partido.

Ya quedan menos de dos semanas para que vuelva a competir y para que se le deje de preguntar por estos temas. En las pistas tendrá otro tipo de enemigos, principalmente uno, el que le lleva robando títulos desde hace un año, Novak Djokovic. A los rumores falsos se les gana concediendo una entrevista y siendo convincente, pero eso no sirve para ganar al serbio, hay que ser mejor y aprender de los errores y aciertos cometidos en los últimos enfrentamientos.