MALO CONOCIDO

Civilización y estafa

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La civilización occidental se forja en un periodo, entre los siglos XII al VIII antes de Cristo, durante el cual se transforma la práctica de la escritura ya que las invasiones dóricas liquidaron en Grecia la monarquía micénica cuyo sistema reposaba sobre el empleo de ésta para el ejercicio del poder y el control social. Cuando el pensamiento racional ligado al nacimiento de la polis recupera la escritura, la palabra ya no es imposición ritual sino instrumento de debate; los textos escritos representan una cultura compartida y sirven a la divulgación de conocimientos antes reservados y prohibidos. Según Vernant, en el universo espiritual de la polis griega la información se traslada desde el palacio real al debate público en el ágora por parte de ciudadanos en relaciones de igualdad, transformando los secretos de aquél en un conjunto de razones que pueden apoyarse sobre demostraciones rigurosas o testimonios fiables. Y así, desde Platón a Wittgenstein; pasando por Cicerón, Jesús de Nazaret, Agustín de Hipona, Spinoza, Descartes, Hume, Kant, Hegel y tantos otros, se construye un patrimonio cultural y espiritual que nos proporciona principios tales como: la solidaridad, el honor y la trascendencia; y en consecuencia: la democracia, los derechos humanos, y el estado de derecho y de bienestar.

Todo esto nos ha sido desmantelado a través de una perversa operación llamada 'crisis económica', mediante la cual los dueños del dinero investidos de una jerarquía burocrática al modo de los monarcas micénicos de la Edad del Bronce ejercen su poder desde el secreto preservado en los templos que albergan a los dioses de un Poder Financiero que como sostiene Ramoneda ya ni siquiera teme al descontento que puede llegar a generar el daño producido por sus abusos entre amplios sectores de la población, en especial los más desprotegidos. Lo propone Matt Taibbi en su libro 'Cleptopia: Fabricantes de burbujas y vampiros financieros en la Era de la Estafa': llamemos a esa crisis por su nombre. Nos han estafado. Nos han birlado veintiocho siglos de civilización; han sustituido el debate igualitario en el ágora pública por indicadores secretos que ellos mismos establecen y controlan sin más explicación científica que el ejercicio mismo de un poder despótico, como la prima de riesgo, el déficit público, los mercados, la competitividad; y han promulgado la abolición del principio de solidaridad porque no resulta rentable, y del estado de bienestar porque entorpece sus negocios. Sostenía Ignacio Henares, «mientras prevalezca el lucro no serán posibles ni el ideal social de la polis ni una ciencia para los hombres».