La ONU debate con los rebeldes el futuro del país

Muamar el Gadafi todavía cree controlar su país desde donde quiera que esté escondido, pero los rebeldes ya tienen la cabeza puesta en cómo gobernar Libia sin él. Para ello necesitarán mucha ayuda internacional, por lo que miran a la ONU como su principal aliado.

El representante del secretario general Abdel-Elah al-Khatib se reunió con ellos el martes en Doha (Catar) para coordinar la estrategia, después de que éstos mantuvieran conversaciones con diferentes países.

Al encuentro acudió, por parte de los rebeldes libios, el presidente del consejo ejecutivo del Consejo Nacional de Transición Mahmoud Jibril, que pidió a Naciones Unidas que interceda por ellos ante la comunidad internacional. Solo Estados Unidos tiene congelados 30.000 millones de dólares libios (20.000 millones de euros), que podrían pasar a manos de los rebeldes cuando se confirme la caída de Gadafi, pero por ahora Washington se resiste a ello.

La cifra puede ser incluso mayor en otros países europeos que mantenían más volumen comercial con Libia.

Al-Khatib y el consejero especial para planeación de pos-conflictos Ian Martin prefirieron oír cuáles son las prioridades de los rebeldes en temas en los que las Naciones Unidas puedan proporcionar ayuda directa, como derechos humanos, procesos electorales, seguridad, transición de los organismos de justicia y ayuda para la recuperación socioeconómica. Ambos pretenden continuar las conversaciones sobre el terreno libio, pero esa posibilidad todavía no estaba clara ayer.

Reunión en Nueva York

En lo que respecta a la respuesta de otros países, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, ha convocado para mañana una reunión en Nueva York en la que participarán representantes de la Unión Europea, la Unión Africana, la Liga de Países Árabes y dirigentes de la Conferencia Islámica. Una portavoz de su oficina prometió que al término de ese encuentro podrá proporcionar más detalles sobre cuál será la respuesta internacional a las necesidades del pueblo libio de cara a la reconstrucción del país.

Ayer también, el ministro chino de Asuntos Exteriores, Yang Jiechi, pidió en conversación telefónica con Ban que sea su institución la que lidere la reconstrucción de Libia, informó la web de la cancillería. Yang expresó que «Naciones Unidas debe desempeñar un papel de líder en los arreglos posteriores a la guerra».

Las palabras de Yang se producen un día después de que una portavoz de su cartera señalara que el Gobierno de Pekín está dispuesto a participar en la reconstrucción de Libia, después de haber mantenido una estrecha relación con el régimen del coronel Muamar Gadafi, en paradero desconocido tras 42 años en el poder.