Una imagen de la familia del presidente sirio arde en Cypriot. :: AFP
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El-Asad causa una masacre en Siria

El Ejército acaba con la vida de más de cien manifestantes al tomar la ciudad de Hama a las puertas del Ramadán

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La víspera del inicio del Ramadán se convirtió ayer en una de las jornadas más sangrientas de la represión del régimen del presidente Bashar el-Asad contra los manifestantes que piden el fin de su mandato. Más de un centenar de personas podrían haber muerto en varias ciudades del país, pero sobre todo en la localidad de Hama donde el Ejército entraba a sangre y fuego dejando decenas de muertos, según informan varios testigos y grupos de derechos humanos sirios.

Las tropas se adentraron en la ciudad justo antes del amanecer y comenzaron a atacar desde cuatro frentes con fuego de mortero y ametralladoras. Algunos vídeos captados por activistas y colgados en Internet muestran los tanques de El-Asad circulando por la ciudad entre columnas de humo y barricadas ardiendo, aunque la veracidad de las imágenes es, por ahora y hasta que el régimen permita la entrada de observadores independientes a Siria, muy difícil de verificar.

Es posible que el presidente intentara ayer, en un gesto desesperado y brutal, sofocar la revuelta antes del inicio del Ramadán. Los activistas ya han anunciado que el mes sagrado de los musulmanes va a ser caliente, y que «cada noche se va a convertir en un viernes», aseguraba ayer a Reuters Yaser Saadeldin, un opositor que vive en el exilio. Desde el principio de la revuelta, las mayores manifestaciones han tenido lugar los viernes después de la oración del mediodía, que es la más importante de la semana y la más multitudinaria. Los rezos del 'tarawih', después de la ruptura del ayuno durante el Ramadán, podrían convertirse, según Saadeldin, en grandes focos de protesta. Hace más de un mes que el Ejército había sitiado Hama, que se ha convertido en uno de los puntos más calientes de la revuelta, y había cortado todos sus accesos. Ayer, en una táctica ya habitual en sus intervenciones para reprimir las protestas, las Fuerzas Armadas dejaron a sus ciudadanos sin agua ni electricidad. Los testigos que consiguieron hablar con las agencias internacionales y televisiones como Al-Yasira o Al-Arabiya relataban escenas dantescas, con cuerpos abandonados en las calles y que nadie podía recoger por la intensidad del fuego del Ejército. Los recuentos de víctimas más elevados, como el que hacía la Liga Siria para los Derechos Humanos hablaban de un centenar de muertos en Hama, cifra que otros rebajaban a 61 en todo el país, como informaba la Red Árabe para la Información de Derechos Humanos en un comunicado citado por Efe.

«Grupos armados»

El panorama de los hechos que ofrecía la agencia oficial, Sana, era, como ha sucedido desde el principio de las revueltas, radicalmente opuesto. El medio, que hace de portavoz del régimen, aseguraba que «grupos armados» se habían apostado en los tejados de los principales edificios de la ciudad, desde donde «disparaban con intensidad para aterrorizar a los ciudadanos», mientras que otros se dedicaban a quemar comisarías y saquear propiedades públicas y privadas. Dos soldados habrían muerto, según Sana.

Pero las protestas -y las matanzas- se extendieron ayer por más localidades sirias de los cuatro puntos cardinales. Según la Organización Nacional para los Derechos Humanos, «19 personas murieron en Deir al-Zor, en el este, seis más en Herak, en el sur, y una en Bukamal (cerca de la frontera con Irak)», aseguró su portavoz a AFP.