Rubalcaba y Griñán, el pasado lunes en la sede del PSOE andaluz. :: EFE
ANDALUCÍA

Griñán se separa de Rubalcaba

Las andaluzas irán en solitario por primera vez desde hace dos décadas y separadas de las generales desde el año 1994 El presidente andaluz agotará la legislatura y convocará las autonómicas en marzo

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«Las elecciones andaluzas en marzo están bien», dijo el presidente andaluz el pasado lunes a los periodistas tras reunirse con Pérez Rubalcaba y en presencia de este. El candidato socialista a la Presidencia del Gobierno había manifestado una hora y pico antes en una entrevista de Canal Sur retransmitida al día siguiente que los ciudadanos tienden a desear que las elecciones «sean agrupadas», una manera sutil de pronunciarse a favor de que andaluzas y generales fueran simultáneas. No lo serán. Rubalcaba no convenció a Griñán. Los dos socialistas no compartirán vallas publicitarias ni eslogan en la campaña del 20-N. El presidente andaluz agotará la legislatura y Andalucía volverá a tener autonómicas en solitario por primera vez en dos décadas y separadas de las generales desde 1994. Las andaluzas serán en marzo de 2012, probablemente el día 4.

Dos horas tardó el Gobierno andaluz en dejarlo claro tras anunciar José Luis Rodríguez Zapatero la fecha electoral. A pesar de la insistencia de Griñán en reiterar su firme propósito de llegar hasta marzo cada vez que se le ha preguntado, aún ayer había dudas de que a última hora cediera y modificara su opinión. No lo hizo. La portavoz del Gobierno, Mar Moreno, bajó a la sala de prensa de San Telmo, sede de la Presidencia de la Junta, para despejar dudas. Fue concisa y concreta: «El presidente del Gobierno mantiene su voluntad de agotar la legislatura».

Moreno dijo que Zapatero había hablado con Griñán antes del anuncio del mediodía. La comunicación se produjo el jueves por la noche, según pudo saber este periódico. Griñán se reunió a lo largo de la mañana con la secretaria de Organización del PSOE-A, Susana Díaz, y sus más allegados del Gobierno, entre ellos Mar Moreno. Con ellos sopesó cómo comunicar oficialmente una decisión tomada desde hace meses.

Tan convencido estaba Griñán que en el debate sobre el estado de la Comunidad, celebrado en la última semana de junio, el presidente de la Junta anunció una tanda de 27 medidas fiscales y económicas con la finalidad de recuperar el voto perdido en las municipales, que él achaca principalmente a la crisis. Un paquete de propuestas -entre ellas becas-salario de 400 euros para jóvenes en paro y obras en colegios para parados de larga duración-que necesitan de un recorrido de tiempo para que puedan ser efectivas.

Es decir, Griñán había planificado una agenda de actividades con la vista puesta en marzo. Ahora bien, ¿por qué Griñán rompe la dinámica de las últimas cuatro convocatorias? El presidente tiene dos coartadas oficiales. Una obvia. En Andalucía no hay razones objetivas para un adelanto. El Gobierno cuenta con respaldo suficiente en el Parlamento, al tener el PSOE mayoría absoluta, lo que no ocurre en Madrid. La otra coartada tiene que ver con la oposición: PP e IU siempre han defendido elecciones separadas para que se debata sobre los problemas de Andalucía.

Antonio Sanz (PP), sin embargo, consideró ayer al Gobierno de Griñán «agotado» y criticó que el presidente no haya explicado por qué no adelanta las elecciones.

Mar Moreno dijo que en la decisión del presidente pesa los «intereses» de los andaluces, pero también admitió que la variedad de análisis sobre unas elecciones separadas «va a ser muy amplia». Esta variedad tiene más clave interna del PSOE que otra cosa. Griñán siempre ha defendido que el PSOE tiene más posibilidades de remontar el descalabro del 22-M cuanto más lejos de esta fecha celebre elecciones. Su teoría también valía para las generales, pero no ha convencido a Zapatero. Este sólo comentó que corresponde al presidente Griñán «decir lo que tenga que decir de las elecciones andaluzas». Rubalcaba fue mas escueto y dijo que «respeta» lo que Griñán diga.

El referente de 1996

Los socialistas argumentaron en convocatorias pasadas el cansancio de los votantes con citas seguidas y una mayor movilización de su electorado si eran conjuntas. Chaves hizo coincidir autonómicas y generales desde 1996, año en que las adelantó. Una apuesta que le salió bien, ya que ese año logró remontar las encuestas que daban la victoria al PP en Andalucía.

Ahora los sondeos son más rotundos a favor del partido de Javier Arenas. El último conocido el jueves otorga 14 puntos de ventaja al PP sobre el PSOE. Pero Griñán ha convencido a los suyos de que a más largo plazo, hay más posibilidades. El PSOE andaluz cree que ni el efecto Rubalcaba evitaría la derrota en noviembre, y por ello está esperanzado a que la perspectiva de un mapa casi completamente del PP a partir de esa fecha, favorezca a los socialistas para mantener el único bastión regional que les queda en una tercera convocatoria. Es decir, yendo en solitario.