De feria en feria a la caza de encargos

El pasado año por estas mismas fechas, el astillero de Cádiz lanzaba la voz de alarma. No había carga de trabajo para mantenerse a flote. Solo 200 personas estaban en la planta. La cancelación del contrato con la Armada para la modernización de la flota había dejado muy tocado al astillero gaditano. Sin embargo, los responsables comerciales reaccionaron a tiempo y vieron otras vías de negocio. Así, desplegaron iniciativas en la 'Seatrade Med Cruise', que es una feria de puertos donde se dejaron ver como astillero con garantías para la reparación de cruceros. Más tarde montaron stand en la 'Seatrade Miami', donde entablaron contactos con Carnival y Royal Caribbean, las dos compañías que controlan el 80% del tráfico mundial de cruceros. Después vinieron las reuniones y, el último paso, los primeros contratos.