La demolición de la vieja estructura en Río San Pedro para abrir el paso inferior del nudo ya ha comenzado. :: FRANCIS JIMÉNEZ
Ciudadanos

Tráfico y Fomento coinciden en que las señales del Río San Pedro son correctas

No prevén introducir mejoras en el nudo ni más indicaciones pese al accidente mortal de la semana pasada

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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La muerte el pasado miércoles de un motorista en el nudo del Río San Pedro ha reabierto un viejo debate en la Bahía sobre el peligro que entraña para la circulación este tramo de acceso a Cádiz. Se trata de un estrechamiento de carretera muy complicado, debido a las obras de reordenación que se llevan a cabo en la zona para completar el gran nudo que distribuirá el tráfico en dirección al segundo puente de Cádiz.

El accidente de la semana pasada dejó claro que los dos kilómetros que cruzan la nueva factoría de Alestis, en El Trocadero, y la antigua planta de Delphi, son especialmente difíciles para los conductores, ya que se estrechan los carriles y además una parte del recorrido se hace en zig-zag. La muerte de Rafael Ortega, de 52 años, al impactar su moto contra un turismo revela que el tramo es muy peligroso. Fomento, responsable de la vía, no prevé a corto plazo incrementar las medidas de seguridad ni rectificar la trayectoria de la carretera, aunque expondrá esta situación en la próxima reunión de gestión sobre el desarrollo de la obra del segundo puente.

Los últimos datos estadísticos reflejan un aumento de la circulación en la zona. La intensidad media de vehículos en ese punto kilométrico ha pasado de 27.359 coches al día en 2007 a casi 41.000 ahora, de los que 441 son motos. En julio y agosto suele batirse el récord de paso con 50.000 vehículos al día. Este incremento de la circulación está motivado por dos razones que han contribuido a mejorar el acceso a Cádiz por la antigua N-443.

Por un lado, se trata de la apertura el 29 de junio de 2007 del carril reversible del puente Carranza. Esta obra significó una mejora notable para el tráfico de entrada y salida a Cádiz, que alivió los atascos que se formaban a la altura de la factoría de Delphi. La segunda circunstancia que ha servido para doblar la intensidad de tráfico ha sido la apertura en julio del año pasado de la primera fase del nudo del Río San Pedro. El tramo principal del enlace que discurre a través de un viaducto se abrió en pleno verano con una señalización de obra en todo el recorrido. La construcción del nudo de Río San Pedro es una obra integrada en el proyecto del segundo puente, pero corre paralela al desdoblamiento de la antigua N-443. La obra comenzó en abril de 2007 y en su conjunto ha permitido acabar con uno de los puntos negros más importantes del mapa provincial de carreteras. Hoy, la entrada y salida a Cádiz desde Puerto Real por el puente Carranza se hace por la autovía CA-35.

Este viaducto tiene un solo carril en dirección a Puerto Real y dos en el lado contrario hacia Cádiz, lo que obliga a circular con precaución y a una velocidad máxima de 50 kilómetros por hora. Fomento aclara que esta situación cambiará una vez que se abra al tráfico la totalidad del nudo. Es decir, la segunda fase, que está a punto de estrenarse, servirá para canalizar la circulación hacia El Trocadero, y la tercera, es clave para desviar el tráfico hacia el nuevo puente.

Por su parte, la Jefatura Provincial de Tráfico aguarda el atestado sobre las causas del accidente que costó la vida el pasado miércoles al motorista Rafael Ortega. No obstante, adelantan que tanto las señales de precaución por obras como la limitación de velocidad es correcta.

El último informe del RACCE considera este tramo de la red gaditana con un nivel de riesgo bajo al contar con un muerto de media al año. Tráfico apela a la precaución a la hora de circular por la zona.