Mladic habla con un niño antes de la matanza en Srebrenica. :: AP
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Belgrado despeja su camino hacia la Unión Europea

Los Veintisiete exigían la detención del exmilitar acusado de genocidio para abrir el diálogo de adhesión

BRUSELAS. Actualizado: Guardar
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Serbia dio ayer un paso decisivo para su integración en la UE. La detención de Ratko Mladic era indispensable para que los Veintisiete tomaran en serio las aspiraciones europeas de Belgrado. El comisario de Ampliación, Stefan Fülle, compareció tras el arresto para remarcar que el país balcánico había demostrado su «credibilidad» en el camino hacia la Unión. La Comisión determinará en octubre si Serbia es formalmente candidata a la adhesión, un estatus que todavía no ha alcanzado por las dudas sobre su colaboración con el Tribunal de La Haya.

La captura de Mladic, sin embargo, abrirá con toda seguridad un nuevo capítulo en las relaciones entre la UE y Serbia. Los Veintisiete exigían desde hace años la detención del exgeneral serbio como prueba irrefutable de su respeto por los derechos humanos y su voluntad de dejar atrás una página negra en la historia del continente. Holanda, además, no aceptaba ningún regateo en esta cuestión porque sus soldados eran los cascos azules que protegían Srebrenica cuando las fuerzas de Mladic masacraron a 8.000 musulmanes.

«Si la pregunta es si Serbia está ahora más cerca de la UE, la respuesta es absolutamente sí», resumió Fülle. Todos los responsables comunitarios se expresaron en una línea similar, aunque aguardan a que Belgrado envíe al Tribunal Internacional para la Antigua Yugoslavia, con sede en La Haya, al general acusado de genocidio. «Esperamos que sea entregado sin retrasos. La cooperación total con la Justicia sigue siendo esencial en el camino de Serbia hacia la Unión», subrayó Catherine Ashton, que casualmente inició ayer una visita a Belgrado y Kosovo.

Trabajo de reformas

Pese a que la UE no ceja en su presión, el país balcánico ha despejado mucho su horizonte. La Comisión tiene previsto difundir en octubre una recomendación sobre su proceso de adhesión.

El informe debe determinar si Serbia está lista para recibir el estatus de candidata, la fórmula necesaria para que se abran las negociaciones para el ingreso. Belgrado comparte actualmente con Albania, Bosnia-Herzegovina y Kosovo el papel de aspirante «potencial». Esta denominación implica que los países tienen todavía por delante un colosal trabajo de reformas antes de entrar a la Unión. Serbia puede esperar con cierto optimismo la decisión de la UE en otoño por las recompensas logradas recientemente. Tras la detención de Radovan Karadzic en el verano de 2008, las expectativas europeas del país dieron un salto notable. Los Veintisiete desbloquearon el Acuerdo de Asociación que había quedado en el aire por la falta de colaboración de Belgrado con el Tribunal de La Haya. Este marco de relaciones, que intensifica los intercambios económicos y comerciales, se completó a finales de 2009 con la eliminación de los visados para acceder al espacio Schengen.

La posible designación de Serbia como candidata a la adhesión no significa que se le abran de par en par las puertas de la UE. Si alcanza este estatus, se situará al nivel de Croacia, Islandia, Montenegro y Turquía. Es decir, se pondrá en marcha un proceso de negociación en el que Bruselas se asegura de que el país cumple con los estándares democráticos y acepta la normativa comunitaria. Los Veintisiete no ofrecen una fecha concreta para el final de estas verificaciones, sino que fían el ingreso definitivo a los «méritos» del aspirante. El titular de Ampliación recordó ayer que Belgrado tiene muchas reformas pendientes.

La UE, en cualquier caso, es consciente de que Serbia no habría avanzado tanto en los últimos años sin su actual presidente. Boris Tadic, un antiguo opositor de Slobodan Milosevic, se fijó como objetivo central a su llegada al Gobierno en 2004 acceder a la Unión. Pese a la presión de las fuerzas nacionalistas, el líder de centroizquierda se acerca progresivamente a su sueño. Su actitud constructiva le ha llevado incluso a aceptar la puesta en marcha de una comisión mixta con las autoridades de Kosovo para negociar la gestión de los asuntos cotidianos.