«Sería una aberración suprimir el doblaje por ordeno y mando»

Firmeza y transparencia. Ese parece ser el 'leit motiv' que moverá al nuevo presidente de la Academia de Cine. Y no es tarea baladí. Enrique González Macho asume el cargo tras la controvertida dimisión de Álex de la Iglesia al frente de una institución que se aplica en la tarea de renovar su imagen ante los espectadores. «Sinceramente, no sé cuál es la opinión mayoritaria de los ciudadanos frente a la Academia», confesó ayer el productor y distribuidor cántabro en un encuentro digital con los lectores de este periódico. Sí reconoció el «excesivo» auge mediático que ha experimentado la institución.

«Mi objetivo es aportar un mayor conocimiento de nuestro cine y poder transmitirlo a la sociedad para que nos entienda mejor, de una forma clara y transparente», reflexionó González Macho. Para conseguir su objetivo no tiene previsto posicionarse en las redes sociales, zona de combate de su antecesor en el cargo, y remite a aquellos interesados en comunicarse con él a la página de la Academia: «No estoy en contra de Twitter, pero no me gustan los sitios donde la comunicación es anónima». No cree sin embargo que Álex de la Iglesia se equivocara en su gestión: «Simplemente prefirió dimitir al haber confundido opiniones propias con opiniones de la Academia y eso le honra».

El decimotercer presidente de la institución es uno de los nombres más poderosos de la industria cinematográfica del país. Domina el mundo de la producción al frente de Alta Films y es además propietario de la cadena de cines Renoir, desde donde se erige como firme defensor del cine de autor e independiente, con una apuesta clara por la versión original: «Me gusta el cine subtitulado más que el doblado pero entiendo que sería una aberración suprimirlo o reducirlo por orden y mando. Llevamos 75 años habituados al doblaje y no se puede cambiar de la noche a la mañana, pero soy absoluto defensor de que se ofrezcan ambas opciones y que el consumidor elija».

González Macho es también uno de los impulsores del portal de cine Filmin, en el que se ofrece el visionado de un catálogo de 400 películas. «Lo ideal es que se sigan impulsando plataformas legales para ver cine a través de Internet, con calidad y garantías para el internauta, pero eso es inviable hasta que se controle la piratería», aseguró. González Macho reconoció haber descargado en alguna ocasión películas de manera ilegal, «aunque el resultado no fue para nada satisfactorio», afirmó.