Los secretarios generales de UGT, Cándido Méndez, y de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, ayer en Moncloa. :: EFE
Economia

Zapatero acude a la cumbre del euro sin la negociación colectiva

El pacto entre sindicatos y empresarios choca con las distintas posiciones sobre el vencimiento de los convenios y la flexibilidad interna

MADRID. Actualizado: Guardar
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El Gobierno deseaba acudir a la cumbre del Euro, que se celebra hoy y mañana en Bruselas, con el acuerdo de negociación colectiva bajo el brazo. Los máximos responsables de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, y UGT, Cándido Méndez, le quitaron definitivamente esta idea de la cabeza al líder del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, en la reunión que mantuvieron en el palacio de la Moncloa. Los sindicatos explicaron que su pacto con la patronal se encuentra «en fase de definición», bien encaminado, pero que aún existen «muchísimas complicaciones» como para darlo por cerrado de forma definitiva.

La voluntad de alcanzar un acuerdo es inequívoca y existe mucho interés por parte de los agentes sociales, pero Méndez aplazó el final de las negociaciones hasta «mediados» de abril. Fernández Toxo confesó que el proceso transcurre a un «buen ritmo» y confirmó que no será hoy cuando el Gobierno traslade la reforma de la negociación colectiva al Consejo Europeo.

Los principales escollos siguen siendo la flexibilidad interna en las compañías y la ultraactividad, pero ambos consideran que esas complicaciones son «superables». UGT y CC OO buscan incrementar el poder institucional de los empresarios y los sindicatos. CEOE quiere limitar la prórroga de los convenios vencidos, se propone que en caso de no alcanzar un pacto se acuda a un arbitraje o que la negociación pase a un ámbito superior.

Visto que ya será imposible acudir a la capital comunitaria con la negociación colectiva firmada, el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, se mostró partidario de dar más plazo para alcanzar un acuerdo. Pero advirtió que no gozarán de «todo el tiempo del mundo», porque «lo importante es llegar a un pacto».

El ministro admitió que la patronal y los sindicatos solo han tenido mes y medio -desde el acuerdo social y económico, firmado el 2 de febrero- para pactar esta reforma y destacó que se trata de una de las negociaciones «más intensas de los últimos 30 años». El objetivo de este proceso es que las empresas puedan adaptarse a la coyuntura económica mediante la modificación de horarios, jornadas o salarios, y de esta forma conseguir que el despido sea utilizado únicamente «como último recurso». «Seguimos pensando que el acuerdo es la mejor opción y que perfectamente puede merecer esperar unos días», añadió Gómez, pero avisó que el Ejecutivo «no abandona su compromiso de legislar» si no hubiera un acuerdo.

Salarios

Los sindicatos y el Gobierno coincidieron en la defensa del actual modelo salarial un día antes de que Rodríguez Zapatero suscriba el Pacto del Euro, que en uno de sus apartados aconseja ajustar salarios y productividad. El ministro de Trabajo recordó que esta cuestión compete al ámbito de la negociación colectiva y que ante todo el acuerdo comunitario preserva el respeto a las tradiciones nacionales en las relaciones entre empresarios y sindicatos.

«España siempre ha tenido un modelo que ha vinculado los salarios y la productividad», explicó Valeriano Gómez y respaldó a los representantes de los trabajadores para tratar de zanjar la polémica. «Lo que nadie tiene que enseñar a España es que si los salarios se comen la productividad acaban con la empresa», agregó.

Fernández Toxo volvió a repetir, por enésima vez, que los agentes sociales no buscan introducir «ninguna modificación» sobre la evolución salarial. El acuerdo sobre negociación colectiva solo incluirá una mención a los sueldos y la productividad para «reafirmar» el actual modelo salarial. El líder de Comisiones aseguró que existe «bastante sintonía» entre Rodríguez Zapatero y los sindicatos. Aún así, su homólogo ugetista fue menos optimista y declaró: «Con este encuentro queríamos tranquilidad y nos vamos sin ella».