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Los ecologistas vuelven a la carga contra el parque de Las Aletas y anuncian recursos

Agaden, como ya hizo Adena, trata de unir esfuerzos para que los terrenos sean declarados zona protegida

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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«No hemos llegado hasta aquí para aceptar esto». El secretario general de Adena, Juan Carlos del Olmo, avisó el pasado octubre de que las modificaciones introducidas en el proyecto del parque de Las Aletas no convencían en absoluto a las organizaciones ecologistas. Del Olmo mostraba así su rechazo a la ampliación en 20 hectáreas de la zona protegida, que pasaba de 120 a 140. No era suficiente. El informe urbanístico de la consultora Tragsa corregía así una de las deficiencias detectadas en el proyecto, sin embargo, los ecologistas exigen que los terrenos se conserven tal y como están, es decir, como una marisma.

Adena fue la organización que interpuso el recurso contra la construcción del polígono industrial y alegó que atentaba contra la Ley de Costas. El Tribunal Supremo aceptó esta denuncia y paralizó las obras en octubre de 2009. Desde entonces, el Consorcio de Las Aletas, ente en el que están representadas las administraciones públicas, se ha afanado en apuntalar el proyecto para sacarlo adelante. El pasado viernes, el Consejo Rector anunciaba la reanudación de las obras de forma inminente en la zona no afectada por el fallo del Supremo. La presidenta del Consorcio, Juana Lázaro, destacó que los trabajos serán medioambientales. Es decir, las máquinas comenzarán a limpiar y retirar escombros y, al mismo tiempo, se activará el proceso para hacer la reserva del dominio público.

Este movimiento ha vuelto a soliviantar a las organizaciones ecologistas que ven como el proyecto puede resucitar a medio plazo. Así, Agaden ha dado un paso al frente para denunciar que el Parque Natural de la Bahía está siendo «comido» desde hace varios años por la implantación de nuevas infraestructuras. Agaden considera que las administraciones deben velar por los intereses sociales «y no especular más con el suelo». Según los ecologistas, «no es la primera vez que la Administración utiliza el término de declaración de interés público para sacar adelante un proyecto que no tiene viabilidad ni económica, ni social y menos, medioambiental».

El replanteo del terreno

El informe urbanístico de Tragsa ha tratado de enmendar errores. Así, ha concentrado la zona industrial del futuro polígono en las 120 hectáreas que son propiedad de la Junta. En ellas ha ubicado también la zona comercial y de servicios. Por el contrario, rebaja el impacto en las 407 hectáreas que son de titularidad del Estado. Así, protege 140 y reserva 267 para actividades de investigación y plantea la ubicación de empresas relacionadas con la acuicultura o el sector agrícola. En este terreno también se baraja la instalación de una plataforma logística de contenedores. El objetivo es crear, al menos, 20.000 puestos de trabajo.

Desde el punto de vista social, los ecologistas consideran que las administraciones y empresas promotoras de este tipo de proyectos usan siempre las mismas «armas», es decir, los empleos que se generarán. En opinión de Agaden, «Las Aletas se vende como la panacea que va a resucitar a la Bahía, tal y como hicieron los rellenos de San Felipe, hoy marginales, que iban a crear 12.000 puestos de trabajo o Puerto Sherry».

Contradicciones

Agaden continuará con sus gestiones para evitar el cambio de Las Aletas. La organización aclara que se trata de una zona húmeda inundable de alto valor para la alimentación y el descanso para la avifauna. En su opinión contradice el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático y la Estrategia de Sostenibilidad en la Costa, desarrollados por el Gobierno de la Nación.

El grupo ecologista estudiará todas las formas posibles para que el suelo de Las Aletas pueda ser restaurado e incluido dentro de la zona de protección del Parque Natural de la Bahía de Cádiz. No descartan unir fuerzas para llevar a cabo una acción conjunta con otros colectivos.