El presidente de la Comisión Europea, Durao Barroso y el presidente andaluz, José Antonio Griñán, ayer, antes de la reunión. :: EFE
ANDALUCÍA

Griñán hace 'lobby' en Bruselas para no perder fondos europeos

Pide a Barroso que Andalucía siga siendo región preferente y que se considere el PIB, la población y el paro en el reparto del dinero

BRUSELAS. Actualizado: Guardar
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En Bélgica se vive una crisis política sin precedentes en este país famoso por sus chocolates y encajes de bolillos. Los belgas soportan un gobierno interino desde hace casi un año. Pero nada de esto trasciende o se comenta en la Babel acristalada que alberga el gobierno de la Unión Europea en Bruselas. Se le conoce por edificio Berlaymont y en él entran y salen a diario cientos de personas de 27 países, los que conforman la Unión Europea. En este edificio el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, hizo ayer lo que se llama 'lobby', es decir una política suave de presión y búsqueda de aliados para que Andalucía no pierda fondos europeos en el nuevo marco presupuestario fijado para los años 2014-2020. En el actual (2007-2013), la Comunidad ha recibido por varios conceptos cerca de cuatro mil millones anuales, de los que mil millones han sido gestionados por la Junta de Andalucía.

Griñán se reunió a lo largo del día con tres comisarios, entre ellos el vicepresidente de la Comisión, Joaquín Almunia, y el presidente de la Comisión Europea, el portugués José Manuel Durao Barroso. La reunión con Barroso duró 45 minutos, todo un récord en Berlaymont, ya que sus entrevistas suelen ser de sólo de15 minutos.

A Barroso, a Joaquín Almunia y al comisario de Política Regional, Johannes Hahn, el mantario andaluz les expuso las reivindicaciones de Andalucía pactadas con los grupos políticos para que esta Comunidad siga recibiendo fondos estructurales para la convergencia a partir de 2013, al menos por un periodo transitorio, es decir que siga siendo región preferente.

La UE contempla un periodo intermedio para las regiones que dejan de considerarse de convergencia cuando superan el 75% de la riqueza media europea puedan seguir percibiendo ayudas de este programa al menos un tiempo. Griñán esgrimió ante Durao Barroso los criterios de PIB, población y desempleo para el reparto de esos fondos que tendrá que compartir Andalucía con otras regiones. «No es lo mismo una región que ha pasado del 70% del PIB medio europeo que otras que se acercan al 90%», manifestó en la mañana tras reunirse con Joaquín Almunia. El comisario de Competencia y ex compañero de gabinete en el Gobierno de Felipe González se mostró esperanzado de que Andalucía logre la moratoria que reclama Griñán.

Esta petición y la de mantener el nivel de ayudas de la Política Agraria Común (1.600 millones anuales) son las dos grandes cuestiones de la misión andaluza. Griñán dijo que Barroso se comprometió a apoyarle también en las propuestas agrícolas: que la reforma de la PAC incluya el olivar, el regadío y la ganadería extensiva andaluza como ejes fundamentales de su nuevo modelo, en el que se primará la productividad y el desarrollo sostenible. Pero además, la Junta defiende que sean las comunidades autónomas las que decidan el reparto de una parte de las ayudas agrarias. Griñán defendió encarecidamente un mayor control de los precios y de las fronteras con países con los que se realicen acuerdos comerciales, en referencia a Marruecos.

El presidente andaluz calificó de «jornada muy productiva» la mantenida por la delegación andaluza en el edificio Berlaymont. «Ha habido muchas coincidencias» con los comisarios y con el presidente Barroso, añadió. Hoy Griñán volverá defender las ayudas agrarias en el Comité de las Regiones.