Un cámara capta imágenes de recurso de la zona donde apareció el cuerpo de la niña que había desaparecido horas antes. :: SALVADOR SALAS
Caso maría esther

Un hombre que iba con Esther se ocultó al cruzarse con un vecino

Un vecino de Arriate declaró que se cruzó con ella la noche de su desaparición y observó que estaba con alguien a quien no pudo identificar

MÁLAGA. Actualizado: Guardar
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Es un testigo clave en el caso. Su testimonio sirvió a la Guardia Civil para abrir una de las principales líneas de investigación en el crimen de María Esther Jiménez, la niña de 13 años hallada muerta la semana pasada en las afueras de Arriate (Málaga). Los matices de su declaración se van conociendo con cuentagotas, aunque no son un secreto en el pueblo. Esta persona manifestó ante los agentes que vio a la niña con un hombre la noche de su desaparición. Y que ese hombre, un desconocido al que no ha podido identificar, trató de ocultarse en la oscuridad cuando se percató de su presencia.

Según la versión que facilitó a los agentes que llevan el caso, se cruzó con María Esther sobre las nueve o las nueve y diez de la noche del pasado miércoles. El testigo, un vecino del municipio, había sacado a pasear el perro de su hermana. Se encontró a la menor al pasar por la zona conocida como Huerta de La Curva, que toma su nombre de la forma redondeada que describe la línea ferroviaria Algeciras-Bobadilla a su paso por la localidad arriateña.

Según ha podido saber este periódico de fuentes cercanas al caso, el testigo declaró ante los investigadores que vio a la menor justo debajo de un puente sobre el que pasan las vías del tren. De ese lugar a la caseta de la depuradora donde apareció el cadáver de la niña apenas hay cien metros; una distancia muy pequeña.

El testimonio de esta persona es fundamental porque es la última pista que se tiene de la menor. Declaró que María Esther estaba con un hombre y que éste, cuando lo vio a él, se ocultó bajo una capucha. Cuando el testigo llegó a su altura, la saludó por su nombre, ya que la conocía de haberla visto por el pueblo. La niña le contestó y, ese momento, el desconocido retrocedió y se escondió entre las sombras del puente. Por eso no pudo ver de quién se trataba.

Al día siguiente, cuando se enteró de que la menor había desaparecido y que la Guardia Civil la andaba buscándola, recordó la escena y empezó a sospechar. El hombre dio aviso inmediatamente a la Policía Local de Arriate, que puso el testimonio en manos de los investigadores que llevan el caso.

Por otro lado, el subdelegado del Gobierno en Málaga, Hilario López Luna, afirmó ayer que «no se esperan detenciones inmediatas» y precisó que se trata de «un asunto complejo». López Luna señaló el interés de Guardia Civil es que se esclarezcan los hechos lo más pronto posible, «pero de momento no hay datos que avalen que la resolución será en breve».