Carlos Javier Rojas concedió una entrevista a La Voz tras salir de prisión en agosto. :: ROMÁN RÍOS
a juicio

Las otras cuentas del 'hijo de Satán'

El ahora personaje televisivo se sentará en el banquillo por dos causas anteriores a que liderara una secta satánica en Chiclana

CÁDIZ Actualizado: Guardar
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Al hijo de Satán o como reza en su DNI, a Carlos Javier Rojas, le ha llegado la hora de rendir cuentas con la Justicia. Y sus citas más inminentes con el banquillo de los acusados no tienen nada que ver con su alter ego más conocido, aquel que le ha llevado a ser carne de famoso televisivo por liderar supuestamente una secta satánica en Chiclana. Ante sí tiene una petición fiscal de 14 años de prisión por dos asuntos anteriores a la operación de la Guardia Civil que sacó a la luz las supuestas argucias de una organización que prometía hechizos y rituales para solucionar males; pero que, según los investigadores, en realidad anulaban la voluntad de los miembros del grupo hasta hacerse con su patrimonio.

Antes de ser arrestado en octubre de 2009, el presunto líder satánico ya había pasado por la cárcel. Ahora son estos casos por un rosario de delitos como la estafa, amenazas, obstrucción a la Justicia, falsedad documental e intento de agresión sexual los que le llaman a la puerta. En uno de ellos, el Ministerio Público solicita diez años de prisión por engañar a más de una veintena de personas en la compra-venta de coches de lujo. En el segundo, una clienta de ese mismo negocio de vehículos le acusa de haber intentado violarla. El fiscal le pide cuatro años por un asunto que hasta hoy se desconocía. De este último ya hay fecha de la vista oral. Se celebrará en la Sección Cuarta de la Audiencia, el próximo 22 de febrero.

Dos graves hechos que sucedieron presuntamente entre 2006 y 2007; lo que resulta inquietante porque pese a haber sido arrestado y enviado a prisión como medida cautelar, tras salir organizó supuestamente la estafa del falso brujo.

Autos Desi

Antes de captar presuntamente a sus víctimas mediante pócimas y otros ritos, Carlos Javier era el gerente del concesionario Autos Desi, sito en San Fernando. Una empresa que se popularizó rápido cuando se convirtió en patrocinador del Cádiz C. F. en la temporada 2006-2007. Ése fue uno de los ganchos que utilizó supuestamente para ganar clientes; eso, y unos precios excesivamente competitivos en la venta de vehículos de lujo.

Según el escrito del fiscal, Carlos Javier Rojas cerró varias ventas de coches que no tenía. Los compradores, atraídos por la ganga, adelantaban todo el dinero o una parte, pero nunca recibían el vehículo. En la causa aparecen citados 25 posibles afectados; si bien, cuatro de ellos ya han sido indemnizados y han renunciado a la acción legal. Las cantidades que les reclaman los que sí mantienen la vía judicial son dispares, aunque las más abultadas rondan los 35.000 euros.

Cuando la paciencia de los clientes se agotaba, Carlos Javier trataba de salir del paso librando cheques o pagarés sin fondos. Así le ocurrió a un médico del hospital de El Puerto, que ofreció su testimonio a LA VOZ en diciembre de 2007, tras ser arrestado y enviado a prisión provisional el supuesto empresario. Este facultativo se encaprichó con un Audi Q7 que le ofreció supuestamente Carlos Javier por 38.000 euros y con solo 30.000 kilómetros. Este vehículo, de primera mano, puede llegar a costar más de 70.000 euros. A diferencia de otras víctimas que eligieron los modelos por catálogo, este médico sí lo vio, aunque no sospechó que el vendedor tuviera el vehículo guardado en el garaje de su casa. Le adelantó 35.000 con el compromiso de entregarle los restantes 3.000 cuando se cerrara la compra. Sin embargo, nunca volvió a ver el coche, según reza en su denuncia.

Escolta de la Familia Real

El fiscal también acusa a Carlos Javier Rojas de un delito de amenazas porque cuando los clientes, hartos de esperar, le denunciaban, el hijo de Satán les amenazaba «con que tenía amigos matones y que tuvieran cuidado» o que «se cuidara de acudir a la Policía porque le podría enviar a alguien para darle una paliza», indica el representante del Ministerio Público.

En verano de 2007 y tras perpetrar supuestamente varias estafas de estas características, se marchó a Mallorca, donde se hizo pasar por un escolta de la Familia Real. En octubre regresó a Cádiz y cuando trató de cerrar otra venta, la Policía le tendió una trampa y lo arrestó.

El otro juicio inminente está algo relacionado con el mismo concesionario. Según el fiscal, en septiembre de 2006 una cliente cerró la compra de un coche por 25.000 euros. Durante las semanas siguientes, el supuesto empresario hizo a la mujer que acudiera al negocio en varias ocasiones para ultimar la documentación del vehículo. «Una vez que se aseguraba que no había nadie en el mismo y bajaba la baraja de la puerta de entrada, le hacía constante insinuaciones sexuales», indica el fiscal en su escrito. El 15 de noviembre sucedió el supuesto intento de violación, que consistió en forzar a la víctima a que le practicara una felación tras agarrarle con fuerza la cabeza. Pero ella pudo zafarse y huir antes de que lo lograra.