El rey Juan Carlos pasa revista a las tropas en el patio central del Palacio Real de Madrid, durante la celebración ayer de la Pascua Militar.:: AFP
ESPAÑA

El rey pide que la austeridad presupuestaria no merme la seguridad de los militares

La primera Pascua Militar en estado de alarma trató la salida de Afganistán, la enseñanza castrense y los derechos de los soldados

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Los recortes presupuestarios en el Ministerio de Defensa, con una reducción del 7% para este curso, no deben mermar la seguridad de las tropas. Este fue el mensaje que el rey trasmitió ayer al Gobierno y a la cúpula castrense durante la celebración de la tradicional Pascua Militar, la primera con un estado de alarma en activo. Don Juan Carlos alabó el papel de las Fuerzas Armadas en las misiones internacionales, que ha contribuido a «afianzar el peso de España» en el mundo», y animó a promover la seguridad común con los aliados «allá donde se requiera».

Acompañado por la reina y los príncipes de Asturias en una gris mañana en el Palacio Real de Madrid, el monarca centró su discurso en la contención del gasto que este año sufrirá el Ministerio de Defensa, uno de los departamentos que más padece las inclemencias de la crisis pese a contar con uno de los mayores presupuestos: más de 7.100 millones de euros.

Don Juan Carlos hizo especial énfasis en recordar que en este contexto de austeridad hay determinadas líneas rojas que no deberían sobrepasarse, en referencia a la seguridad de los soldados en el exterior y a los planes de modernización del material militar. El rey agradeció el esfuerzo y la contribución de las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil para asumir estos recortes, que afectan sobre todo a las plantillas de tropa y marinería.

Previamente, la ministra de Defensa también trató en su alocución del tijeretazo presupuestario, pero para asegurar que el Gobierno ha sido «muy escrupuloso» para que no disminuya la operatividad y la seguridad. Para Carme Chacón, «la defensa de España debe estar por encima de cualquier coyuntura económica», enfatizó ante la Familia Real, la cúpula castrense, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero y el vicepresidente primero Alfredo Pérez Rubalcaba.

Tanto el rey como Chacón coincidieron en que el camino que se ha de seguir en el plano de la seguridad es Afganistán. Los 1.500 militares destacados en esta misión ya solo circulan desde marzo con los blindados antiminas, los RG-31 y los 'Lince'. Vehículos preparados para absorber el impacto de artefactos improvisados y que en estos meses han sido un «escudo eficaz» para nuestras tropas en Afganistán.

«Son inversiones que salvan vidas y que ningún ajuste en los presupuestos puede postergar», afirmó la ministra. Mientras, para el rey estos blindados suponen «un importante salto cualitativo en material».

Precisamente Afganistán apareció -otra Pascua Militar más- de forma repetida en los discursos. La operación «más dura, compleja y arriesgada» de todas a cuantas se enfrentan los soldados -como gusta decir a Chacón- afronta un momento crucial. Tras nueves años, la cumbre de la OTAN de Lisboa marcó el «principio del fin» de la presencia de los aliados. Para ello se fijó un calendario progresivo de salida para transferir la seguridad a los afganos en aquellas zonas libres de talibanes. En el caso de España, la transferencia podría comenzar este mismo año, según avanzó la ministra.

Chacón hizo además una breve referencia al papel del Ejército en las otras tres operaciones exteriores en la que se encuentra inmerso: Atalanta (lucha contra la piratería en el golfo de Adén), Líbano (mantenimiento de la paz) y Uganda (formación de militares somalíes). En estas misiones, subrayó, España ejerce el liderazgo, lo que fortalece el prestigio internacional.

En cambio, más desapercibido pasó el actual estado de alarma decretado por el Gobierno tras el caos aéreo provocado por los controladores. La medida, que tiene militarizadas las torres de control hasta el próximo 15 de enero, fue mencionada de soslayo por la ministra; no en cambio por el rey, que fue quien firmó el decreto. Chacón alabó la capacidad de respuesta del Ejército del Aire, que, «en menos de 24 horas, asumió el control con discreción, sobriedad y eficacia».

Modelo formativo

Los otros dos asuntos que marcarán la agenda castrense este curso son la nueva enseñanza militar y la futura ley de Derechos y Deberes. Don Juan Carlos y Chacón valoraron el nuevo modelo formativo que entró en vigor en 2010. Este combina la enseñanza civil y militar para la obtención de la doble titulación. Asimismo, este año los suboficiales podrán conseguir también una diplomatura civil.

Más genérica es la futura norma que regulará los derechos y obligaciones de los militares. La ministra anunció que buscará un amplio consenso político para aprobarla antes del verano, aunque de momento ya tiene en contra a siete asociaciones de militares que agrupan a unos 15.000 soldados, que consideran insuficiente el proyecto de ley.