Un ingeniero camina en un campo de petróleo cerca de Basra (Irak). :: AFP
Economia

Petróleo caro y gas abundante y barato determinarán el futuro energético

El desarrollo de las renovables se enfrenta a corto y medio plazo a los problemas presupuestarios de los Estados

MADRID. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Cuando apenas faltan un par de semanas para el arranque de la nueva década, la Agencia Internacional de la Energía (AIE), integrada por los principales países de la OCDE, ha difundido sus proyecciones a largo plazo, que se extienden desde 2010 hasta 2035. En su escenario central, el más probable, los expertos reflejan un petróleo cada vez más caro, la abundancia de gas natural por la contribución de fuentes no convencionales y los problemas para la financiación de las renovables con unos presupuestos estatales empobrecido.

Reconocen los expertos que, también en la energía, persistirá un mundo de dos velocidades -países desarrollados, de expansión lenta, junto al explosivo avance de los emergentes- , y que, junto a esa dicotomía, no será posible cumplir el objetivo de sacar de la miseria a un tercio de la población. Dentro de 20 años, todavía 1.200 millones de personas, habitantes de África Subsahariana, India y otros países asiáticos, a excepción de China, seguirán sin acceso a la electricidad, el 87% de ellos en áreas rurales.

La crisis global ha desestabilizado los mercados energéticos de todo el mundo, y el ritmo al que se recupere la economía es un factor crucial que marcará la evolución de la energía en los próximos años. También influirán las decisiones que tomen los Gobiernos ante el desafío del cambio climático y para garantizar la seguridad de los suministros. Como los expertos perciben que las incertidumbres están lastrando el crecimiento, y no descartan episodios de recaída, ahora prevén que la demanda de energía primaria crecerá a un ritmo del 1,2% anual de promedio, cuando su avance fue superior al 2% anual en los 27 años precedentes.

«Podemos olvidarnos del petróleo a 60 dólares barril, porque no volverá», sentencia Fatih Birol, economista jefe de la AIE, a quien no le chocan importes continuados estabilizados por encima de los 100 dólares el barril. La trayectoria reciente de los precios confirma ese pronóstico. El crudo ha remontado hasta 92 dólares por barril, el nivel más alto desde octubre de 2008, y el ritmo de recuperación de los países ricos vuelve a estar en riesgo. Es llamativa la rapidez de la escalada, pues en apenas año y medio, y en época de recesión o mínimo crecimiento, ha duplicado su precio.

Irak y Arabia Saudí

Desde el punto de vista de la producción, la AIE opina que la clave de una mayor estabilidad está en Irak y Arabia Saudí, que si ahora producen 2,5 millones de barriles día van a pasar a 7 millones en 2035. La estimación para la OPEP supone pasar del 40% actual al 52% del total en ese periodo de tiempo.

Pero el petróleo barato ha pasado a la historia porque China necesita el combustible fósil para mantener su programa de crecimiento. La AIE cree que sus aspiraciones son legítimas. En la actualidad, solo 30 de cada 1.000 chinos tienen coche, frente a la relación de 500 sobre 1.000 que presentan los países desarrollados. En 2035, los chinos con coche serán 240 por mil.

Dejando al margen la lucha contra el cambio climático, China estaría haciendo sus propios deberes con su apuesta por la energía solar fotovoltaica, los nuevos grupos nucleares y la promoción del coche eléctrico. El desarrollo chino de este sistema de transporte menos contaminante supondrá un estímulo para el resto del mundo. La gran novedad de las proyecciones de la AIE reside en la expansión del gas natural. La viabilidad que ahora presentan muchas explotaciones no convencionales permitirá un formidable desarrollo. Por eso, la Agencia advierte de que el gas disponible y barato se debe trasladar a la comercialización y a los consumidores finales.

Muchos importadores han empezado a llamar a la puerta de sus suministradores para renegociar a la baja los contratos existentes, explica Birol, que menciona tres empresas de Italia, Alemania y Turquía. Todo un ejemplo a seguir por la española Gas Natural. Un arbitraje internacional ha decidido que debe aceptar los precios impuestos por la argelina Sonatrach en contratos que datan de años atrás, y ahora se encuentra en pleno proceso negociador.

Más importante que la resolución de los conflictos será el cambio en la formación de los precios. La gran distancia que se está abriendo entre el petróleo y el gas debe llevar a que el crudo deje de ser la referencia que determina las facturas del gas de los productores.

El abundante gas, cada vez más barato, hará más difícil la vida a las renovables. Está previsto que la participación de la producción limpia en la generación eléctrica pase en el mundo del 19% hasta el 32% en 2035. Eso solo ocurrirá si les siguen inyectando subsidios. Hoy reciben 57.000 millones de dólares al año; la cifra subirá a 100.000 millones en 2015 y 200.000 millones en 2035. La AIE ve difícil que se puedan mantener esas cantidades.