Adiós franceses, adiós

Si Pepe Botella, perdón, José Bonaparte, levantara la cabeza, arremetería con quien de nuevo hace público los escarnios de los que fue objeto durante el periodo de la invasión francesa en España. Su figura, sin duda, fue la diana que más dardos (irónicos, jocosos, insultantes, ingeniosos, divertidísimos), recibió durante los años de la Guerra de la Independencia. Pero no fue el único blanco en una época en la que Cádiz llegó a ser ciudad de origen de 74 cabeceras. En agosto de 1813 llegaron a convivir 21, aunque lo normal durante este periodo es que al mes saliesen seis u ocho. Estos papeles son el motivo principal de la parte de la muestra que alberga el Centro Cultural Reina Sofía de Cádiz. De títulos largos aunque bastante ejemplificador del bando para el que se decantaba su línea editorial. Serviles y liberales se enzarzaron en una guerra ideológica con altavoz en forma de cuartilla o folio, en densos textos y mordaces palabras, muchas de las cuales hoy serían objeto de algún que otro paseo al juzgado.

La muestra está dividida en tres secciones que ahondan en la producción, tipología y temática de toda la prensa publicada en Cádiz durante esos años. Gracias a ellas se puede hacer, además, una radiografía de lo que sobrepasó el terreno de la ideología para convertirse en negocio. Un mapa interactivo sitúa las imprentas (dedicadas a la impresión de periódicos hubo 22) que se multiplicaron en las calles de la ciudad para hacer frente a la creciente demanda. Tanta hubo que los propios periodistas pedían en sus escritos más y más apoyos al nuevo poder, el cuarto.

Así, para esta exposición se ha trasladado una imprenta Stanhope fechada en 1805 que fue comprada para modernizar alguno de estos talleres. Los grabados de Goya, las referencias a las primeras mujeres editoras y los dibujos que retratan a un Bonaparte borracho y a una saga que no consiguió de España nada más que una guerra perdida, son algunas de las muchas curiosidades que presenta esta exposición vicecomisariada por la filóloga gaditana Beatriz Sánchez Hita.